Milei y las SAD: «Son un negocio muy fácil»

El presidente, Javier Milei, volvió a insistir con las SAD en el fútbol argentino, y habló de «inversiones» por parte de grupos árabes, de los cuales no dio muchos más detalles.

Pese al amplio rechazo que tuvo la propuesta de permitir el ingreso de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) al fútbol argentino por parte de las dirigencias de los clubes y los hinchas, el presidente Javier Milei volvió a insistir sobre los beneficios de la irrupción de las empresas y remarcó que «es de necesidad y urgencia».

Así, el presidente parece determinado a cumplir uno de los mayores deseos de Mauricio Macri: que los clubes del fútbol argentino puedan ser privatizados. Es por eso mismo que este domingo, tras su periplo por la Antártida, el presidente volvió a defender el apartado del mega DNU que habilita la llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas y obliga a las federaciones a cambiar su estatuto para habilitar la participación de asociaciones más allá de las sin fines de lucro.

El intento del jefe de Estado por defender el desembarco de las SAD, recorrió dos carriles diferentes. En primer lugar recurrió a su faceta de «hincha», al indicar que él prefiere que un jeque árabe compre a Boca Juniors y que eso derive en que «River no le pueda ganar un solo partido». «¿Dónde firmo?», dijo, socarronamente, en su última entrevista radial.

Sin embargo, en este punto careció de cierta credibilidad puesto que, cuando en su momento se refirió a la histórica final de Copa Libertadores, que se realizó en Madrid y que protagonizaron Boca Juniors y River Plate, y que a este último como ganador final, el mismo Milei a pesar de manifestar como hincha del club de la Ribera, dijo que quería que Boca perdiera aquella final por su poca simpatía hacia Fernando Gago. La pregunta sería ¿Qué clase de hincha desees que su club pierda la que probablemente fuera la final más histórica de todos los tiempos ante su máximo rival?.

Pero también trató de mostrar los beneficios de la privatización del fútbol a partir de su función como jefe de Estado. Allí también la explicación quedó limitada a indicar que si arriba una inversión a un equipo «puede ser menos doloroso el ajuste», sin dar más detalles. Si un empresario árabe compra River, Boca o Sacachispas, ¿bajará la inflación del 30 por ciento mensual? ¿Dejarán de aumentar las prepagas? ¿Habrá menos desigualdad? Interrogantes que Milei eligió no profundizar.

La inclusión de las SAD en el decreto de necesidad y urgencia fue uno de los artículos que generó más controversia a nivel social ya que muchos señalaron que justamente no era una cuestión de urgencia. Sin embargo, el Presidente argumentó: «Es de necesidad y urgencia. Hay grupos árabes expectantes de invertir cerca de 3 mil millones de dólares y para nosotros. Si el aumento de ahorro tiene contrapartida de inversión, es menos doloroso el ajuste, menos lo que cae la actividad, es menos lo que se pierde de empleo«, afirmó Milei en una entrevista en Radio Mitre.

En ese sentido, aseguró que el Chelsea de Inglaterra ya mostró interés por comprar Boca, Racing, Newell’s, Lanús y Estudiantes La Plata. No obstante, dos de los cinco clubes mencionados (Lanús y Estudiantes), aclararon vía X (ex Twitter), que su decisión era seguir siendo asociaciones sin fines de lucro, algo que contrasta con la ideología reinante en el Poder Ejecutivo.

De todas formas, Milei aclaró que todos los clubes que decidan continuar siendo asociaciones civiles sin fines de lucro podrán seguir siéndolo. Ahora bien, si ya de por si, cada vez hay un fútbol más desigual y menos parejo debido a que los denominados «5 grandes» siguen aumentando su poderío económico y por ende futbolístico, aquellos que aún conserven su condición de Asociación Civil sin fines de lucro ¿Podrán seguir compitiendo contra aquellos que decidan estar gerenciados por una empresa? Sin mencionar el hecho de que, dejarán de ocupar ese rol social fundamental que supieron llevar en épocas amargas como las que se transitaron en las últimas dictaduras.

A pesar de este mal momento, Milei aseguró: «No estoy enojado con Riquelme. Uno sabe lo que hace y sabe las condiciones en las cuales juega. Sabía que me iban a mandar gente a insultar, ya lo sabía, ya tenía la información. Para mí era importante poner en claro la Argentina que queremos nosotros. En cualquier parte del mundo, si el presidente de la Nación va y vota, el club debería estar orgulloso, pero Riquelme me mandó gente a insultar«, señaló el primer mandatario.

Para finalizar, en este último punto, el presidente de la República Argentina, a pesar de catalogarse como «hincha» del club más popular del país, parece no entender como funcionan las dinámicas en el ámbito futbolístico. Probablemente en el viejo continente, donde sí hay empresas que manejan clubes de fútbol, la presencia del presidente del país, pudiese ser vista como un «honor» pero en Argentina, y sobre todo en Boca, una institución que representa uno de los últimos bastiones de las Sociedades Civiles sin fines de lucro no solo en el país, sino también en el mundo, no puede verse con con buenos ojos.

¿Qué motivos impidieron que los socios de Boca sientan «orgullo» de contar con la presencia de «Javi»? Primero y principal partiendo de la base de que en un ámbito como el fútbol donde cualquier ataque a un club es tomado casi de manera personal, pueden explicarse las siguientes cuestiones:

No puede verse bien a alguien que apoyó a un candidato (Mauricio Macri) que realizó denuncias contra el club que dice querer, el mismo día que juega un partido de copa, que realizó denuncias para impedir que el socio de Boca pueda votar, que quiso suspender las elecciones en el Xeneize, que quiso clausurar la Bombonera, que quería que Boca pierda la final de la Libertadores con el Fluminense, y que en su momento blanqueó que por «un favor a Qatar» le pidió a Juan Román Riquelme que utilizara a Boca para hacer jugar al «9» de la selección de aquel país en una competencia tan importante como la Copa Libertadores.