Familias sobrevivientes de femicidios marcharán a Plaza de Mayo

La movilización será hoy a partir de las 12 en la Plaza de Mayo y en distintos puntos céntricos del país, para leer los 44 nombres de las asesinadas en lo que va del 2021 y «hacer oír el grito de #NiUnaMás». La marcha también hará eco del reciente femicidio de Úrsula Bahillo, una mujer de 18 años asesinada por su ex pareja, efectivo de la Policía Bonaerense.

Desde diciembre de 2019, durante el segundo miércoles de cada mes, el colectivo de familias sobrevivientes femicidios movilizan para ser escuchadas. Hoy al mediodía marcharán una vez a Plaza de Mayo para gritar #NiUnaMás asesinada por violencia de género.

La convocatoria será para exigir que el Estado «tome medidas concretas para parar esta máquina de violencia femicida que anida en la policía y el Poder Judicial, con amparo de políticas discursivas funcionales a la impunidad de estos crímenes», emitieron en un comunicado.

Además, luego del acto se entregará en Casa Rosada una carta con pedido de audiencia al Presidente de la Nación, la quinta que le escriben estas familias desde que asumió.

Desde el Observatorio Lucia Pérez -la adolescente de Mar del Plata brutalmente violada y asesinada por dos hombres- informaron que en los 40 días que van del 2021, son 44 las mujeres muertas en manos de la violencia machista.

El femicidio más reciente es el de Úrsula Bahillo: la joven de 18 años de la localidad de Rojas, asesinada hace dos días por su ex pareja, Matías Martinez, oficial de la Policía Bonaerense, encubierto por sus compañeros de trabajo.

Úrsula había realizado 18 denuncias previas en la Comisaría de la Mujer en Rojas contra Martínez por violencia de género, así como también realizaron las amigas cuando se enteraron que el femicida la tenía amenazada de muerte.

El fiscal de la causa, Sergio Terrón, dijo que la víctima, «pidió el botón anti-pánico en un juzgado pero no se lo entregaron”, ya que el juez no trabajaba los fines de semana.

Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, aseguró a Raíces que en casos como estos «no alcanza un botón antipánico, no alcanza una perimetral; esas medidas ya están comprobadas que no sirven. Hay cambios que hay que hacer desde la justicia».

«El Ministerio de la Mujer no alcanza; el femicidio de Úrsula y el de muchas de las 43 se podría haber prevenido, porque tenían hechas denuncias previas, avisaron que esto podía pasar, y sin embargo nadie las escuchó ni las acompañó», agregó.

Además, la madre de Lucía expresó que desde el inicio de las movilizaciones y la entrega de cartas por parte de las familiares sobrevivientes de femicidios, el presidente no las ha recibido: «nosotros queremos reunirnos con él para contarle lo que pasamos como familias».

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Según el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre 2010 y 2020, al menos 48 femicidios sucedieron en el AMBA por parejas o exparejas policías, de las cuales 17 también eran funcionarias de seguridad. Durante este año, 8 mujeres fueron asesinadas por personal de las fuerzas de seguridad.

«En muchos casos las mujeres víctimas también son integrantes de las fuerzas de seguridad, lo que muestra un traslado hacia la vida privada de los patrones de discriminación, acoso laboral y violencia de género que están extendidos al interior de las policías», relata el informe del CELS.

La portación del arma y el encubrimiento policial son los factores principales que perpetúan el problema y agudizan la violencia machista dentro de las instituciones de poder.

La portación del arma reglamentaria las 24 horas, amparada en el estado policial, pone en riesgo a las mujeres que conviven con funcionarios de seguridad. Asimismo, las prácticas de encubrimiento de estas muertes radican en que las policías controlan los primeros momentos de la escena del hecho.