Atacaron y robaron a una jubilada de 91 años
Escrito por Brandon Escobar el 14 diciembre, 2021
El robo tuvo lugar en una vivienda ubicada en la calle 74, entre 3 y 4. La jubilada fue engañada cuando le pidieron prestado el celular para hacer una llamada de “urgencia”.
A pocos días de celebrar las fiestas por navidad y año nuevo, otro lamentable episodio de inseguridad se registró en La Plata, donde cada vez son más, los robos que se registran a diario. En esta ocasión, una jubilada de 91 años de edad y fue engañada por una persona a la cual conocía de tiempo atrás, pese a ello no fue impedimento para que, junto a su pareja la despojaran de los pesos que había estado ahorrando con el fin de “darse un gustito” durante las festividades.
De acuerdo a lo expresado por la policía, los atacantes de la jubilada es una mujer que actuó en compañía de su pareja, con la que hizo acto de presencia en la casa de la jubilada, situada en las intersecciones de 74, entre 3 y 4. Mediante una mentira que consistió en hacerle creer que necesitaban que les preste el celular para una “emergencia”, el dúo de delincuentes le insistió a la víctima para que los llevara hasta el interior del hogar, y así poder tomar el móvil con el que, supuestamente, harían el llamado. Una vez dentro, comenzó la pesadilla.
Por otro lado, cabe mencionar que no es la primera vez que Dominga Arzuaga es víctima de una situación similar. Hace unos años un sujeto al que le alquilaba una habitación le robó “tantas veces” que decidió denunciarlo.
“Recuerdo que era taxista. Ahí debe andar el pobre. Me enteré que está preso porque también había andado metido en cosas raras. Una lástima, sobre todo ahora que se vienen las fiestas y no va a poder estar con los suyos. Con esto que le estoy contando es probable que usted esté pensando ‘pobre señora, otra vez cayó. Otra vez la engañaron’. No es que no haya aprendido la lección. El tema es que yo creo en la juventud. Los chicos no están todos perdidos, como dicen”, contó la jubilada en diálogo con los medios de comunicación.
En concordancia con esa creencia, es que el último sábado optó por ayudar a quienes terminarían haciéndole pasar un trago amargo. Sucede que, en el pasado ya había tenido trato con la ladrona debido a que mantenían una relación de arrendataria e inquilina. Siempre supe que no andaba en buenos pasos. Medio oscuro el ambiente en el que se mueve. Pero el trato conmigo siempre había sido cordial y en más de una oportunidad le brindé ayuda. Sin duda, mordió la mano que le dio de comer”, afirmó la jubilada de 91 años.
Sobre el hurto recordó la jubilada de 91 años que “actuaron con amabilidad” hasta que ingresaron a su casa. Una vez que se cerró la puerta se desató la ferocidad. “Me agarraron en la entrada de mi casa cuando estaba barriendo la vereda. Después de que me pidieron el teléfono, les abrí el portón y se metieron rápido en la casa. Como soy de andar lento, les pedí que usaran el teléfono y que no me esperaran. Pero insistieron que les indicara dónde estaba el aparato. Cuando puse un pie en mi casa, cerraron la puerta y empezaron los golpes. Yo intenté defenderme. De hecho tuve un forcejeo con ella pero me pegó en los brazos y me bloqueó. ¿Qué más podía hacer yo? Después, cuando vieron que seguía media arisca, el tipo con el que andaba me metió una servilleta en la boca para que no gritara y me apretó del cuello», confesó.
“Me empezaron a preguntar por la plata. ‘¿Dónde la tenés vieja?. Sabemos que andas dulce’, me dijeron. Cuando me di cuenta de cuáles eran sus intenciones no lo dudé. No quería que me estropearan. Hay muchos viejitos que se resisten y los golpean hasta desmayarlos. Por eso decidí darle todo lo que tenía encima. La verdad que la saqué barata”, analizó al tiempo que detalló que “se llevaron dos jubilaciones que había cobrado hacía unos días”.
“Mi intención era juntar esa plata para estar más holgada para las fiestas. Quería darme un gustito. Por eso no fui a cobrar el mes pasado y me arreglé con lo que tenía. La semana pasada recién fui a buscar la plata. Quizás se enteraron y vinieron acá con la fija”, sentenció la jubilada.