«Garro es hambre»: Nueva marcha de ollas vacías al Municipio

Los comités populares se encuentran en el Palacio Municipal para llevar adelante la segunda movilización con ollas vacías para que el intendente Julio Garro de una respuesta a los reclamos de los barrios más vulnerados.

Garro es nuevamente puesto en la mira por los comités populares al reducir las raciones de comida para comedores y abandonar la mitad de las ollas populares en los barrios más desprotegidos por el gobierno de la ciudad.

«¡No descansaremos hasta que la Municipalidad de La Plata de respuesta a la necesidad que padecen nuestros barrios!» reza el comunicado que difundieron desde el espacio de Integración de Comités Populares quienes se encuentran frente al municipio desde las 11.

Liliana Fernández, integrante de los comedores de Abasto confirmó que «llega toda la verdura podrida y nos matamos en los comedores por tres pollos para cada uno».

En Abasto son 18 organizaciones a las que le llegan siete bolsas de cada verdura y seis cajones de pollo, «así que no podemos seguir así porque no se banca la olla con tan poca comida», expresó Fernández.

«Si no salimos a acompañar a las organizaciones la olla va a seguir vacía y van a empezar a tener problemas alimenticios nuestros niños», remarcó Liliana y le pide a Garro que «realmente entregue lo que tiene que entregar».

Con respecto a la situación de infraestructura en los barrios, Fernández comentó que lo manejan «como pueden»: «En Abasto en algunas zonas no tenemos agua, ni luz. Las calles son un desastre y se dificulta a la hora de entrar una ambulancia o un patrullero», explicó.

En el barrio Arturo Seguí funcionan 22 ollas populares. Nancy Guerrero, trabajadora de uno de los comedores, contó que la primera vez el Municipio «bajó mercadería que alcanzó justo, hace unos días no nos bajaron ni una cuarta parte de lo que dijeron; Garro publicó en las redes que iba a entregar el doble de alimentos pero hizo todo lo contrario: entregó menos comida que antes».

El Estado municipal tampoco asiste a vecinos y vecinas que se contagian de coronavirus y no tienen la posibilidad de hacer un aislamiento adecuado: «yo me contagié y del municipio no me llamaron nunca, del hospital siempre se comunicaron y las olleras se encargan de repartir comida a los que se contagian, pero el gobierno nunca se acercó», afirmó Nancy.

«Lo peor es que ellos anuncian que van a entregar cosas, que van a asistir y después no hacen nada, ninguna familia tiene asistencia del gobierno de Garro, el pueblo está completamente abandonado«, concluyó Guerrero.

Las consecuencias de la pandemia no es novedad para los más desprotegidos: recrudeció la necesidad alimentaria en niños y familias enteras, por lo que se triplicó la asistencia en las ollas populares y espacios comunitarios en este último tiempo.

«Vamos más de 180 días de cuarentena y todavía recibimos un pollo por olla para que las compañeras puedan cocinar, la leche es un privilegio a la que solo acceden algunos, y poder hacer controles sanitarios a los niños en la salita es imposible», expresaron desde los comités populares.

Cabe recordar que el mes pasado los y las integrantes de los comités de los comedores y ollas populares, ya se habían presentado en el Palacio Municipal con 300 ollas vacías para visualizar el reclamo de la necesidad urgente de asistencia alimentaria por parte del gobierno de la ciudad.