Morales y Garro, le escaparon a la prensa

El gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, quien se encuentra en medio de la polémica por la represión a su pueblo, se reunión con Julio Garro.

Sabido es la difícil situación socioeconómica que atraviesa el pueblo jujeño, quien en el último tiempo, producto de la manifestación de su descontento con el gobernador Gerardo Morales, fue brutalmente acallado a través de la represión policial que dejó 170 heridos (uno de gravedad por traumatismo de cráneo) y 68 detenidos, hasta el momento.

Asimismo, y en estricta relación con la utilización de la infantería, que responde a Gerardo Morales, para reprimir con gases y balas de goma a los manifestantes; representantes de partidos políticos, centrales obreras, gremios docentes, agrupaciones universitarias, organizaciones sociales y de Derechos Humanos se concentraron este jueves por la tarde en la explanada del Correo Argentino para luego marchar a la Plaza Pringles para repudiar la modificación realizada a la Constitución de la provincia de Jujuy y por “los derechos avasallados por el represor Gerardo Morales”.

Es así como, en consonancia con la puesta a punto de su campaña, Gerardo Morales fue recibido nada más y nada menos que por el actual intendente platense, Julio Garro, para darle la bienvenida y apoyar su candidatura como vicepresidente de la República Argentina.

En tanto, estaba previsto que el mandatario norteño y el intendente de la capital bonaerense, Julio Garro, brindaran una conferencia de prensa en un salón de la ciudad tras el encuentro con empresarios y emprendedores para delinear las propuestas enfocadas en el desarrollo productivo de Juntos por el Cambio. Sin embargo, poco antes de la hora anunciada, llegó la desinvitación a los periodistas bajo el argumento de que no se podía cumplir con el horario previsto porque venía atrasado de Rosario.

De más está aclarar que los argumentos esgrimidos por Garro y Morales, no fueron más que una absurda estrategia para evitar que se les consultara sobre la crisis social y política que atraviesa la provincia de Jujuy, y así evitar dañar aún más, su ya de por sí gastada imagen pública a raíz de la represión contra su pueblo.

¿Qué argumentos sostienen ésta afirmación?

Morales en estos momentos se encuentra visitando distintos puntos de el país llevando a cabo su agenda de campaña, y durante su recorrido, el candidato a vicepresidente fue blanco de escraches y manifestaciones en su contra debido a su política represiva. Sin necesidad alguna de retroceder tanto en el tiempo, hace unos pocos días visitó la localidad de Pergamino donde las personas le hicieron notar su oposición y apoyo a las víctimas de la represión.

De hecho, en la ciudad de La Plata, meses atrás también se enfrentó al repudio general. Ocurrió en una visita que hizo el 27 de abril, cuando fue recibido por un escrache de parte de sectores afines a la dirigente social jujeña, Milagro Sala, enemiga número 1 de Morales en la provincia y que permanece detenida.

Por otra parte, la jornada nacional de protesta impulsada ayer por organizaciones sociales, de DDHH, sindicatos y agrupaciones políticas cercanas al oficialismo, a 47 años de la denominada “Noche del Apagón” de Jujuy y contra la “represión y persecución” en esa provincia a quienes se oponen a la reforma constitucional de Gerardo Morales, puso en primer plano las disputas de los modelos de país que se pondrán en discusión en las próximas elecciones.

Sin tapujos, la situación de Jujuy fue expuesta el último miércoles a la CGT por el Jefe de Gabinete nacional y precandidato a vicepresidente de Unión por la Patria, Agustín Rossi, como síntoma de los debates que atraviesan al país.