ENTRAMANDO SALUD EN EL OESTE DESPIERTA

En una nueva edición de la columna de salud sexual integral hablamos sobre la menstruación y los diferentes métodos de gestión menstrual.

En El Oeste Despierta de la 88.9, en una nueva edición de la columna Entramando Salud, abordamos la salud menstrual de la mano de Juana, una de nuestras especialistas en salud sexual integral.  Como es característico de esta sección derribaremos mitos y tabúes, comenzando por los dolores menstruales.

“Debería abordarse más el tema de las molestias menstruales y naturalizar que no está bueno tener dolores que nos incomoden y hacer como si nada estuviera pasando dentro de nuestro cuerpo”, expresa Juana entendiendo que socialmente se espera que las personas con útero sigan desarrollando normalmente sus tareas y actividades, como si las molestias que provocan las contracciones uterinas, no los ovarios como comúnmente se cree, tuvieran que ser soportadas y toleradas sin más.

Todo lo contrario. Si bien ese dolor no debería ser inhabilitante porque ante esto es necesario una consulta médica, sí es natural sentir molestias cuando el útero se contrae para liberar el endometrio provocando el sangrado, y debemos ser conscientes de ello para encontrar los métodos que más nos ayuden aliviar estos dolores, pero nunca hacer de cuenta que nada está pasando.

Juana, además, repara en la importancia de conocer cuánto dura nuestro ciclo menstrual, si somos regulares o no, cuándo esperar el sangrado, cuándo estamos ovulando; para conocer nuestra ventana más fértil y para vigilar si nuestro cuerpo está saludable: detectar el color, el olor, la textura y la frecuencia no sólo de la menstruación sino también de nuestro flujo, tanto en el periodo de ovulación como el que puede ocurrir durante el resto del ciclo.

“Si manchamos nuestras bombachas es porque tenemos vagina y es nuestro cuerpo funcionando fisiológicamente”, expresa Juana, arrasando tabúes sobre las secreciones que generan la vulva y la vagina, que son naturales, normales y saludables. La importancia de aceptar e internalizar esto radica en poder elegir a conciencia los métodos de gestión menstrual, es decir, aquellos productos que utilizamos para contener tanto el sangrado como el flujo y que éstos no se vuelvan contraproducentes para nuestra salud vulvar.

En este sentido Juana menciona, en primer lugar, como los métodos más comunes, populares y accesibles a las toallitas descartables y tampones, y repara en la importancia de reemplazarlos cada cuatro horas. Al ser productos de plástico y algodón pueden generar infecciones, una de ellas la infección pélvica inflamatoria, asociada al uso del tampón por el desprendimiento de sus fibras de algodón en el útero.

Lo mismo ocurre con los protectores diarios, usados nos solo para contener la menstruación sino también el flujo. Su uso excesivo es desaconsejable, porque al igual que las toallitas no permiten la correcta circulación de aire en la vulva y eso genera mayor flujo, que requiere el uso de más protectores diarios, un círculo vicioso sin sentido.

Por otro lado, Juana menciona como métodos más ecológicos y amigables con nuestra salud vulvar a las toallitas de tela y la copa menstrual, dos opciones de gestión menstrual reutilizables. Las primeras, son de algodón y favorecen la circulación de aire, se recomienda cambiarlas cada ocho horas; y las copitas son de silicona hipoalergénica y, al recoger el sangrado en lugar de absorberlo, evita resequedad manteniendo la humedad correcta; pueden durar hasta un periodo de doce horas.

“Es importante conocer los múltiples métodos que existen para poder elegir según nuestras necesidades, nuestro estilo de vida, qué accesibilidades tenemos y así poder llevar adelante una gestión menstrual más saludable” concluye  nuestra especialista en salud sexual integral, no sin antes recomendarnos visitar el instagram de Sol Despeinada y Soberanía Menstrual, dos influencers que exploran y le aportan mucho a esta temática.