IOSHUA, EL ESCRITOR MARGINAL

Esta semana en Malas Lenguas, la columna literaria de El Oeste Despierta, profundizamos en la vida y obra de Ioshua, el escritor gay del conurbano.

Ioshua es el nombre artístico de Josué Marcos Belmonte, nacido en 1977 en Haedo pero criado en  Merlo. Allí tuvo una infancia difícil: sufrió violencia doméstica, el abandono de su padre y la muerte de su madre. Siempre patió las calles y conoce de primera mano la pobreza, la soledad y la estigmatización.

En el 2000 decidió alzar la voz desde los márgenes y comenzó su carrera artística, la cual se extendió hasta su temprana muerte en 2015. Ioshua fue escritor, ilustrador, diseñador, DJ, editor, periodista y un acérrimo militante por la autogestión cultural y la libre identidad de las personas.

Malas lenguas, la columna de Loana Copelo, siempre propone una escritura creativa y alternativa, una escritura que se transforma en herramienta para salir de la marginalidad, una herramienta que permite hablar de lo que no se habla. En esta oportunidad Loana nos trajo dos poemas de Ioshua del libro “Pija, Birra y Faso”, publicado en 2009 por la Editorial Nalú Bonsai y cuyo prólogo fue escrito por el multifacético Juan Tauil:

 “El puto porteño se queda con la pija, la birra la cambia por un sex on the beach y al faso… no, gracias. El puto del conurbano, adaptado para moverse por las arenas movedizas regadas por los barones del poder, mueve sus cachas por las calles otrora de tierra, entre las paradas de colectivos donde siempre hay repositor de Coto, electricista o jugador de potrero dispuesto a entregar su testosterona por Boca”.

El prólogo nos adelanta cómo la vida del pibe villero homosexual puede ser muy diferente, carga con una doble estigmatización: pobre y puto. Ioshua fue un artista que logró plasmar en sus obras sus orígenes, su cotidiano, sus vivencias y experiencias como pibe de la villa homosexual. Este es también el caso de  “Amor en bici” y  “Bardo villero”, los dos poemas de “Pija, Birra y Faso” que Loana compartió en El Oeste Despierta.

Allí aparece la denuncia a problemáticas como el consumo de drogas en los barrios, pero haciendo un tratamiento del tema desde un lugar cotidiano, quitando el dedo acusatorio. Y también aparece el amor y el deseo, siempre velado por el tabú social que aún representa la homosexualidad, donde lo que es rutinario y cotidiano para cualquiera, como salir a andar en bici con la persona que te gusta, se vuelve un sueño para al guacho gay que se relega a vivir su amor entre cuatro paredes.

Los poemas traídos por Loana Copelo a El Oeste Despierta también se encuentran en lo que ella denominó la Biblia de Ioshua, y se refiere a la compilación de todas las obras de Josué Belmonte en un libro publicado póstumamente llamado “Ioshua, todas las obras acabadas”.

Es que en pocos años Ioshua expresó su arte de múltiples maneras: compuso música; realizó tres documentales, dirigió su propio sello editorial, Huacho de la Calle. Como escritor publicó nueve libros oficiales y también fanzines; como ilustrador creó los cómics “Cumbia Gay”, “Puro Cómic Gay Bonaerense Cabeza” y “Voz Guachín”. En sus últimos meses de vida trabajó activamente en el proyecto “Yo no hice nada”, un libro exposición de dibujos en contra de la represión policial.

“Ioshua, todas las obras acabadas” surge cuando Josué Belmonte le comunica a sus editores de Nula Bonsái que desea abandonar su faceta de escritor; el libro nace con la idea de convertirse en una especie de resumen de la vida artística de Ioshua que, sin saberlo, se convertiría en su último legado. El joven artista comienza a trabajar en el libro en febrero del 2014 y muere en junio del 2015, apenas meses antes de su publicación.

Para esta última obra Ioshua escribió un prólogo, dedicado a su madre, y realizó el diseño de la portada, en la que de manera irreverente decidió colocar un pene dorado sobre un fondo rosa. Así era Ioshua, dulce, amoroso, contestatario y revolucionario.