ENTREVISTA A JORGE ALESSANDRO, AUTOR DEL CARRO DE LA VIDA
Escrito por Luz Lorenzo el 27 marzo, 2023
Por El Oeste Despierta pasó Jorge Alessandro, autor de “El carro de la vida”, libro que narra la historia de cómo los hermanos Alejandra y Juan Manuel Santucho sobrevivieron al operativo en que un grupo de represores de la última dictadura militar argentina asesinaron a sus padres.
En El Oeste Despierta de la 88.9 entrevistamos a Jorge Alessandro, ex militante, abogado, escritor y autor de “El carro de la vida” (2012). En el mes de la memoria recordamos esta historia que revela cómo la vida puede emerger en medio del terror, gracias a la solidaridad, el heroísmo y el coraje.
Se trata de un episodio ocurrido el 3 de diciembre del año 76, en el barrio de Las Quintas a media cuadra del Arroyo El Gato, un episodio represivo de los que se sucedieron en La Plata ente los meses de noviembre y diciembre del 76: involucraron al matrimonio de Catalina Ginder y Eldy Rubén Santucho, dos militantes peronistas que estaban viviendo en esa casa y efectivamente ellos mueren, de allí se llevaban también a la hija más grande que era Mónica, que apenas tenía 13 años.
Mónica era la mayor de los tres hermanos, fue secuestrada en aquel operativo del Ejército, permaneció detenida y luego fue asesinada. Sus restos fueron recuperados en 2009 por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
El episodio tiene que ver con el rescate por parte de unos compañeros de ese barrio, Oscar Ávila, Claudio Tolosa, Cuervito, Tito Martínez y el “Colo” Miguel Gallardo, que se organizaron como pudieron, en el marco de esa orfandad de medios que tenían, y sabiendo que habían quedado dos hijos, la Tata y el Zorrito, como les decían a Juan Manuel y Alejandra, se organizaron para poder ir a buscarlos y de una manera muy valiente, casi heroica… fueron y rescataron a esos chiquitos, que los milicos los habían dejado a la vuelta de la casa donde se produjo el episodio represivo.
Los compañeros de sus padres se disfrazaron de cirujas, cruzaron la ciudad de punta a punta en un carro tirado a caballo con restos de comida para cerdo, fardos de pastos y con los pequeños Alejandra y Juan Manuela escondidos adentro de unos tachos, logrando así trasladarlos hasta Ingeniero White donde los esperaban sus abuelos.
Porque sabían que esos pibes, como ellos mismos dijeron, como yo lo he escuchado decir a Alejandra, seguramente, o eran dados en adopción o, cuanto menos, iban a ser también asesinados, de manera que ese fue un rescate heroico, valiente por parte de los compañeros.
“Texto Homenaje” es el subtítulo que Alessandro eligió para “El Carro de la Vida” porque vio la gran humanidad de estos compañeros militantes:
Esos jóvenes, por eso les rindo un homenaje, en lo mejor de su existencia y aún en condiciones absolutamente adversas, con los pocos recursos que tenían a mano, se propusieron combatir un orden injusto, porque ellos eran militantes de ese barrio, militaron contra la dictadura y para tratar de construir una sociedad más justa y solidaria. Y en ese intento, no sólo comprometieron su presente personal, también hasta se jugaron su vida.
Mientras esto ocurría Jorge estaba preso en la Unidad Penal 1 de Córdoba, una de las penitenciarías donde se comentarios los actos más atroces. Había sido detenido días antes del golpe por, lo que él supone, su pasado militante en la Juventud Peronista.
Justo ese día me habían dado de baja de la colimba en Córdoba y en la puerta del cuartel, cuando cruzo el camino para tomar el micro para ya irme de ahí al lugar donde yo estaba parando en los pocos días que estaba fuera del cuartel, me detuvieron, un operativo, tres o cuatro personas en un Falcon, me golpearon, me introdujeron en un auto y ahí me llevaron.
Jorge estuvo detenido en la UP1 de Córdoba por dos años, luego fue trasladado a Sierra Chica y finalmente liberado en 1977. La historia de Jorge también es un testimonio de supervivencia, tras quedar detenido en esa Unidad del Servicio Penitenciario en la que fueron fusilados 31 presos políticos entre marzo y octubre de 1976, en el marco de la dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional.
La situación de la penitenciaría fue también brutal porque se llevaron 31 compañeros que estaban virtualmente legalizados, porque éramos presos legalizados. Después del golpe nos incomunicaron y durante nueve meses estuvimos incomunicados y ahí, en ese período, se llevaron gente, compañeros, mataron gente ahí; otros los sacaron y aparecían como intentos de fuga. Aparecían como intentos de fuga en la información que daba la prensa, que copiaba y reproducía los informes, en ese caso, del Tercer Cuerpo, que estaba a cargo, ni más ni menos, que de (Luciano) Menéndez.
Jorge Alessandro nos deja una reflexión final sobre lo que significó el golpe de estado de 1976 y la dictadura militar; una reflexión final que une el pasado y el presente, y en la que se revela la importancia de mantener la memoria.
El golpe fue la herramienta, la metodología, para poder subyugar un pueblo en términos de reprimirlo, para poder luego implementar, un proyecto económico que fue el proyecto de la dictadura militar y de Martínez de Hoz y de los grandes conglomerados empresariales oligárquicos que impulsaron el golpe, una vez más.
Por eso también aquellos recuerdos, y aquellas metodologías, y aquellos intereses que jugaron desde detrás, hoy vemos que con una especie de parábola, vuelven a tratar de incidir, quizá con otras herramientas, no la del golpe militar, pero sí a través del lawfare, a través de la comunicación, a través de esta mafia judicial que está tratando de hacer lo posible para que volvamos a situaciones y a momentos que nos retrotraigan hacia etapas pasadas.