La Justicia absolvió a Higui

«La absolución fue gracias a toda la fuerza, el cariño, la sabiduría, la protección y el respeto que solamente ustedes tuvieron» agradeció Higui a las personas que la acompañaron durante todo el proceso luego de que los magistrados del Tribunal Oral en lo Criminal le dictara la absolución.

El juicio comenzó el pasado martes y estaba previsto dar el veredicto el 22 de marzo pero el tratamiento del juicio se conoció cuando caía la noche de este jueves 17 de marzo.

Cientas de personas se reunieron en las afueras de los tribunales de San Martín esperando la salida de Eva «Higui» de Jesús, que finalmente fue absuelta en el tercer día del juicio.

Con una pelota de fútbol en la mano izquierda, tomó el micrófono y agradeció a toda la multitud que la acompañó fuertemente en la lucha de su liberación; «fue gracias a toda la fuerza, el cariño, la sabiduría, la protección y el respeto que solamente ustedes tuvieron«.

Higui enfrentaba cargos por «homicidio simple» tras defenderse, con su cuchillo de jardinería que usaba para el trabajo, de una violación correctiva grupal, hecho ocurrido en el año 2016, en Lomas de Mariló de Bella Vista, cuando fue a visitar a su hermana por el Día de la Madre.

La mujer de 47 años estuvo en prisión durante ocho meses, hasta el 13 de junio de 2017 cuando la Cámara de Apelaciones de San Martín le otorgó la excarcelación extraordinaria. La Fiscalía pedía 10 años de prisión y la defensa la absolución.

Los magistrados Gustavo Varvello, Germán Saint Martin y Julián Descalzo, adelantaron los alegatos que llevó más de tres horas de tratamiento en dónde testificaron una oficial que asistió a Higui en el lugar de los hechos y en la comisaría donde fue trasladada, tres peritos (dos oficiales y de parte) y la propia Higui que pidió hacer uso de su derecho.

«Quería declarar, tenía muchas ganas de hacerlo. Me siento mejor» dijo la mujer policía a la agencia de la Asociación Civil Presentes, según testigos de la sala detalló también que Higui «estaba muy golpeada y que iba cada rato a la celda a verla para que no convulsionara o para chequear que ni estuviera quebrada«.

El último en declarar fue el perito psiquiatra, Enrique Sotola, quién precisó que lo que hizo «fue fundamentar que el estrés se debe a la agresión recibida y que si ella hubiese querido solo vengarse y matar y lo hubiera hecho, seguramente tendría culpa, porque no es una psicópata, y se sentiría deprimida por haberlo hecho, pero no tendría estrés postraumático. Si lo tiene, es porque fue atacada«.