Globohermanados
Escrito por nicohernandez el 30 noviembre, 2018
Economía en Cartón; detrás del humo del choripan. Una nueva columna de Leo Fusero para El Bondi de la 88.
Para aunar la hermandad latinoamericana, el globerto verdeamarelo va mostrándole el camino a su par pampeano o autóctono. Gracias a sus votos, el gobierno del Capitán Bolsonaro se encamina a la segunda reforma laboral en menos de un año. Impulsado por su ministro de economía, Paulo Guedes, un personaje aún más retrógrado que el mismo capitán (si es que eso es posible), el Congreso brasilero aprobará una reforma laboral que eliminará el salario mínimo, el pago de horas extras, los vales de transporte, el aviso previo de despido, el seguro de desempleo, el reposo semanal pago del fin de semana, el salario familiar, la licencia por maternidad, la licencia de paternidad, el auxilio por enfermedad, el adicional nocturno, las tareas insalubres y la jubilación. De todos los derechos adquiridos en siglos de luchas obreras, solo sobreviven las vacaciones y el aguinaldo. El retroceso en legislación laboral hará que el Manchester textil donde Engels descubrió la explotación en su máxima expresión sea Cuba comparado al Brasil moderno. Una avanzada en legislación laboral “Bolsonaro Style” se realiza en Jujuy, donde el Ministerio de Trabajo ordenó 45 autorizaciones o “certificaciones” a menores de entre 10 y 17 años para trabajar en la industria del tabaco. El diputado Marcelo Nasif, referente de Sergio Massa en la provincia y a la vez integrante de la alianza que llevó a Gerardo Morales al gobierno, aclaró que la legislación es benévola, ya que “ninguno de esos niños va a morir por trabajar” y que es mejor que niños trabajen con agrotóxicos a “darles un plan, de estos planes rascar, dormir, descansar”. No se ha expresado en este caso la indignación de los que luchan por salvar las dos vidas o que militan bajo la consigna “con mis hijos no te metas”. Su falta de movilización en defensa de estas criaturas indica que el slogan completo bajo el que militan debe leerse “con mis hijos no te metas, pero con los de otros sí”. Para tranquilidad de estas bellas almas la coya que en vez de enseñarles la dignidad del trabajo construía piletas donde estos niños pudieran jugar está presa. Dios nos libre y nos guarde.
Guedes comparte con Macri su aversión a lo público, germen de toda maldad. Anunció que privatizará Petrobras, Enerbras, y todo lo que aún está bajo dominio del estado brasilero. Con ello conseguirá eliminar el déficit fiscal, mismo enemigo que combate el macrismo en las pampas con su presupuesto de déficit cero. En su clásico ataque a los subsidios, personificados esta vez en Aerolíneas, Macri declaró que le “daba mucha impotencia” saber que con lo que se malgastaba en mantener la línea de bandera se podrían solucionar las inundaciones en Quilmes. Sería esperable que se indigne aún más al enterarse que la gobernación de Córdoba subsidia a FlyBondi y a Norwegian, aportando el 20% del sueldo de cada uno de sus empleados por dos años, más cinco mil pesos en concepto de capacitación. Además le redujo un cincuenta por ciento la alícuota del impuesto a los Ingresos Brutos por la venta de pasajes durante tres años, y un veinticinco por ciento en los dos años siguientes. Pero seguramente le cause furia saber que el gobierno de Tucumán subsidia a Avianca, garantizándole el 65% de ocupación de sus vuelos. Si la aerolínea vende solo un 5% de los asientos de cada vuelo, el restante 60% lo pone el estado tucumano, incluso si esos asientos van vacíos. En ninguna de ambas gobernaciones pagan impuesto inmobiliario por sus propiedades. El enojo presidencial bajará de tono cuando alguien le indique que Flybondi está directamente relacionada con Dietrich y Mario Quintana, y Avianca con su propia persona. La entrega de los cielos en el Norte argentino le permite al grupo Latam llevar pasajeros desde aeropuertos nacionales hacia Chile o Perú y desde allí a Europa, restándole capacidad competitiva a Aerolíneas en los vuelos transnacionales que son los más rentables. A su vez, la base aérea El Palomar, de la Fuerza Aérea Argentina, fue declarada aeropuerto internacional por el gobierno, sin los estudios de impacto ambiental obligatorios, lo que habilita a Flybondi Inc., una empresa inglesa fondeada desde una off shore en las Islas Caimán, volar al exterior. Esto se inscribe dentro del acuerdo Foradori-Duncan, donde la Cancillería Argentina y su par inglesa acordaron «remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos”. En breve, una empresa inglesa volará a Malvinas desde una base de la Fuerza Aérea Argentina, cuyos pilotos tuvieron un rol brillante en la guerra, pero que hoy se asemeja mucho más a la Fuerza Aérea que tuvo su bautismo de fuego en Junio del 55 bombardeando población civil en la Plaza de Mayo. El globerto pampeano y el carioca parecen tener algo más en común. Cuando ven un idiota prometer cosas imposibles, se enamoran a primera vista.