LOS SIMULADORES de vuelta a la pantalla
Escrito por Yuliana Fuentes Fuguet el 23 marzo, 2022
La semana pasada tuvimos la mejor noticia, «Los Simuladores» vuelven en forma de película de la mano de Paramount+. Dos décadas después su popularidad se mantiene intacta gracias a la masividad ganada a través de YouTube y el impacto definitivo por su llegada al catálogo de Netflix, sumando nuevas generaciones de fanáticos.
“Conozco un grupo de personas que resuelven problemas, problemas que nadie más puede resolver”, esa línea daba pie en cada episodio para que un grupo de justicieros anónimos entren en acción.
De la mente de Damián Szifron y protagonizada por Federio D’Elía (Mario Santos), Alejandro Fiore (Pablo Lamponne), Diego Peretti (Emilio Ravenna) y Martín Seefeld (Gabriel Medina); y creada en el año 2002, mientras la Argentina vivía los coletazos de una de las peores crisis financiera, política y social de su historia, en la televisión debutaba un programa que llegó sin demasiado bombo: «Los Simuladores». Una suerte de suerte de «Brigada A», nacional y popular, con las astucia de «Sherlock Holmes» y un toque de humor digno del «Super Agente 86». Un grupo que mediante operativos de simulacro resuelve problemas de lo más diversos, nada más necesario en una realidad convulsionada.
Tal vez se ubique en el podio junto a “Okupas” (2000, de Bruno Stagnaro): cada una a su manera, llegaron para romper los moldes de lo que suponía la narrativa televisiva y leyeron la crisis del país de tal modo que a dos décadas se sienten profundamente actuales.
Si “Okupas” daba cuenta del deterioro social y de una generación de jóvenes sin rumbo en la Argentina post-menemista, “Los simuladores” proponía una solución casi fantástica. Donde el sistema, la política y las instituciones no podían o no quería actuar, lo haría el grupo de justicieros.
Sí hay algo que no se puede negar de «Los Simuladores», es el impacto cultural que ha tenido y sigue teniendo. En la era de las redes sociales, verlos en forma de «memes», es algo de lo más usual. Desde el «Disculpe, ¿Fuego tiene?” de Mario Santos, hasta cualquier frase de Óscar (Cacho Espíndola) en el capítulo «Los impresentables», pasando por la risa de Molero (Alejandro Awada).
Algunos datillos curiosos sobre la exitosa serie:
- Originalmente iban a ser 5 protagonistas: 4 hombres y una mujer. Szifrón comenzó a darle forma al proyecto cuando aún estaba en la escuela secundaria ante la falta de ficciones sobre héroes fuera del cine, y aunque había pensado al famoso grupo comando con una integrante femenina, finalmente decidió que fueran cuatro varones los que trabajaran en conjunto con el objetivo de resolver problemas mundanos.
- La crisis del 2001 afectó el rodaje de la primera temporada. La producción estaba a punto de viajar a Punta del Este, Uruguay, para grabar el cuarto episodio de la primera entrega cuando estalló el país y los bancos permitían sacar un monto limitado de dinero por día, algo que le impidió a Telefe contar con el presupuesto que necesitaban para viajar. «Terminamos poniendo la tarjeta de crédito nosotros, con la promesa del canal de devolvernos el dinero», recordó D’Elía en una entrevista y finalmente el riesgo valió la pena.
- La historia se adaptó en otros países pero no tuvo tantas repercusiones como en Argentina. El formato se exportó a Chile, España, México y Rusia, pero más allá del guión original, no se pudo replicar la química entre los protagonistas.
- Desde su origen, el director quiso aludir a todos los personajes, reales y ficticios, que significaron algo en su vida y que fueron muy diversos: desde el Superagente 86 hasta Clint Eastwood, con algo de Sherlock Holmes, otro poco de Agatha Christie, reminiscencias criollas de Misión Imposible, el Chapulín Colorado y Brigada A, entre otros.
- Szifron también quiso homenajear, en distintos capítulos, a las escenas de algunas de sus películas favoritas, como Casablanca, El padrino y El golpe. Cada capítulo tiene uno o más guiños a algunas de estos filmes y personajes.
- Para grabar cada capítulo había un gran equipo de producción de unas 40 personas (sobre todo si era en exteriores), entre técnicos y producción. Durante dos semanas, las jornadas de grabación podían llegar a extenderse hasta doce horas, por la meticulosidad que buscaba Szifron.
- Cuando los personajes crearon Brigada B (un equipo menor que se ocupaba de casos menos complicado), se supo que ese nombre surgió como chiste interno entre los actores.
- Muchas escenas de riesgo las filmaron ellos mismos, guiados por profesionales, como tirarse en parapente, por ejemplo. A pesar de que algunos capítulos estaban ambientados en lugares exóticos, no iban tan lejos a grabar: uno de los episodios que transcurría en Mozambique, en realidad se grabó en Piriápolis, Uruguay.
- Como coproductores, los cuatro actores también formaban un equipo fuera de la ficción, donde se dividían las tareas, al estilo cooperativa, con D’Elía como coordinador, Peretti, participando en los guiones (junto a Szifron y otros tres autores) y Seefeld y Fiore como los encargados de conseguir materiales y otras tareas de logística.
- No hubo una tercera temporada por decisión de Szifrón. Más allá del reconocimiento del público y la crítica, el director -que en ese momento tenía 28 años- decidió no continuar la ficción para poder dedicarse a otros proyectos. Con proyección internacional, siguió en la pantalla de Telefe con Hermanos y detectives y se lució en el cine con Relatos Salvajes y Tiempo de valientes, entre otros trabajos.
La película se está gestando hace varios años. En una entrevista que brindó en 2019, Alejandro Fiore aseguró que estaba la posibilidad de desembarcar en la pantalla grande antes de 2022. «El pacto es que no se hace si no estamos los cinco», señaló. Y evidentemente, la pandemia los obligo a aplazar las fechas, pero ya se habla del estreno con fecha tentativa para el 2024.