Despedidos por whatsapp
Escrito por nicohernandez el 9 mayo, 2020
Los 33 trabajadores despedidos por whatsapp de «La París» sin siquiera poder cobrar la mitad de su último sueldo, reclaman por sus puestos laborales.
El sonido de un redoblante desentona en el silencio de la cuarentena. También lo hace el humo negro que se desprenden las cubiertas ardiendo frente a las persianas cerradas de la paqueta Confitería Gran París de La Plata.
Es el octavo sábado desde el inicio del aislamiento social obligatorio y el sol de mayo pica vertical sobre un grupo de personas que sale al corte de los pocos colectivos y autos que circulan. Levantan carteles que acusan de estafador a un tal Pérez Muñoz.
Son los mismos trabajadores que el 1° de Mayo, tras ser felicitados por su día recibieron un whatsapp avisándoles su despido. Lo cual certificaron en la mañana del otro día al encontrase con las persianas cerradas.
Su cuentas solo reportarían la mitad de sus salarios correspondientes a abril y se verían advertidos que si desde el Estado no se hacían cargo de la otra mitad, no la recibirían, simplemente porque la empresa de la familia Pérez Muñoz «no tenía plata»
La versión de los laburantes
«Ellos nos dicen que están en una situación mala; nosotros sabemos que hace 50 años que la vienen juntando» expresa a FM Raíces Rock Miqueas Gorosito, cocinero, cafetero y sanguchero de la Gran Confitería París (Su recibo de sueldo dice que es personal de limpieza).
Son 33 familias las que dependen directa o indirectamente de la tradicional confitería París ubicada en 7 y 49, pleno centro de la plata. Algunos, como Ramón Mansilla, trabajan desde hace más de 47 años en el lugar: » toda una vida acá adentro».
Hasta el momento, desde la empresa no han entregado todos los telegramas de despido y la situación de los trabajadores es incierta; ante lo cual decidieron salir a manifestarse: «No tienen la capacidad de decirnos que no tienen plata para pagarnos, (lo cual nosotros no creemos), quieren sacarse fácilmente todo este quilombo de encima y que nosotros nos quedemos sentados en casa».
La respuesta del Estado
Ante la anemía del Estado Municipal, fue directamente la Provincia la que intervino.
El pasado lunes Francisco y Alana Pérez Muñoz se encontraron con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones, Guillermo Robinovich y el jefe de gabinete del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Andrés Biscione.
Según reportan desde el diario El Día, les fueron ofrecidos créditos a tasa cero para el pago de salarios a través de la AFIP, una moratoria para cargas patronales, líneas de créditos para cancelar deudas crediticias y la generación de “puentes” con proveedoras de insumos de los productos que ellos comercializan entre otras.
No obstante, para la patronal es insuficiente y alegan que la situación era ya crítica antes de la pandemia.
Para los empresarios la conjunción del macrismo y la pandemía fue suficiente: «Apostamos e invertimos un montón de plata y no levantó. Ahora esta situación, nos sorprende la pandemia y las medidas de aislamiento social. La falta de medidas económicas concretas para ayudar a las pymes nos dejan como única opción cerrar nuestras puertas y tener que despedirnos»
En tanto, para Miqueas la intención es deslindarse de sus responsabilidades patronales con la pandemia como escusa y señala el hecho de que «hay tanto empresarios como empleados que han tomado medidas para poder sobrellevar la situación».
La opción de la Cooperativa
La historia argentina es rica en ejemplos de trabajadores que se ponen los emprendimiento al hombro ante la incapacidad y los fraudes de los empresarios. Sin embargo está opción representa grandes desafíos y dificultades que no siempre la convierten en la mejor opción.
Los trabajadores lo han considerado: «nos han ofrecido armar una cooperativa pero la realidad es que el edificio está en malas condiciones, la maquinas de trabajo están en malas condiciones, los puestos de trabajo están en mala condiciones.»
En lo concreto, aun no se han formalizado los despidos ni tampoco se han dictado instancias formales para la negociación de las partes. Por lo cual cualquier opción es posible.
Sin embargo, Miqueas tiene sus reparos: «a nosotros no se nos hace fácil armar una cooperativa, tenes que tener en cuenta que somos 33 personas que tenemos que tomar una decisión, cuesta mucho organizarse para venir a reclamar, mucho más organizarse en cooperativa.»
Sin embargo, ya sea por la recuperación del empleo o por el cobro de las indemnizaciones correspondientes, las y los trabajdores de «La París» han emprendido la lucha.