MALAS LENGUAS: HABLEMOS DE MALVINAS

En la columna literaria de El Oeste conocimos un escrito personal de Loana Capello sobre su tío José Echave, ex combatiente de Malvinas, invitando a reflexionar sobre lo que dejó el conflicto bélico.

A raíz de la reivindicación de Margaret Thatcher, por parte de quien fue elegido como presidente del país, la columna literaria de El Oeste hoy nos propone la reflexión y la memoria. Una edición de Malas Lenguas muy especial, en la que nuestra columnista Loana Capello compartió un escrito de su autoría que relata el momento en que su tío, ex combatiente de Malvinas, es identificado; tras pasar 35 años bajo la placa “Soldado Argentino solo conocido por Dios”.

En este Malas Lenguas, Loana nos trajo una historia personal, que encarnó en un escrito a los 21 años, pero que llevó en su ser desde que tiene uso de razón: la historia de su tío José Echave, ex combatiente de la Guerra de Malvinas, quien descansó como NN en el Cementerio de Darwin, hasta su identificación en 2017.

Horacio José Echave nació en Bolívar en 1962, pero por la profesión de su padre se trasladó con su familia a Lobos. Cumplía el servicio militar obligatorio cuando fue enviado a Malvinas en 1982, fue designado al cerro Dos Hermanas, a diez kilómetros al oeste de Puerto Argentino, para detener el avance británico hacia la capital isleña.

Horacio José murió el último día de la guerra. El 14 de junio, a ocho días de cumplir los 20 años, falleció frente a la casa del gobernador de las Islas, durante el repliegue a Puerto Argentino. Esa misma noche se firmó el cese al fuego. Después de su muerte para su familia solo quedo el vacío, porque fue enterrado en las Islas junto a otros 236 soldados sin nombre:

“Mi abuela viajó a las Islas y besaba a todas las cruces de las tumbas porque no sabía en cuál estaba su hijo. Es así de crudo y es así de triste”.

Se expresaba nuestra columnista, cuya historia reflotó y decidió compartir tras escuchar a Javier Milei, en el debate previo al balotaje que le dio la presidencia, ratificando su admiración por Margaret Thatcher, la Primer Ministra Británica durante el conflicto bélico por las Islas Malvinas, recordada por el crimen de guerra del hundimiento del ARA General Belgrano, un barco que llevaba medicamentos.

La memoria y la reflexión del pasado es lo que nos propone Loana con la historia de su tío que, junto con otros 90 ex combatientes de Malvinas, fue identificado en 2017 como parte del “Plan Proyecto Humanitario”. Éste permitió que tanto Argentina como Gran Bretaña, le confiaran a la Cruz Roja la tarea de identificar a los caídos; y posteriormente, tras 35 años, la visita al Cementerio de Darwin de los familiares, en una tumba con sus nombres.

Hoy sabemos dónde está Horacio José Echave. Recuperó su nombre. Hay una cruz blanca que en un futuro cercano tendrá una placa con su nombre y apellido, dejando de ser un soldado solo conocido por Dios.  Porque desde ahora nosotros, su familia, también conocemos exactamente dónde está descansando y todos quienes lean la placa lo sabrán, relataba Loana a en el 2017.

Desde que Loana tiene uso de razón convivió con la ausencia de su tío, y el vacío y el dolor que dejó en su familia; releyó junto a ellos la cartas que desde el combate enviaba un joven José Echave, donde contaba “cómo tomaban mate en una granada con una lapicera vacía, cómo robaban lechones para poder comer, o lo mucho que extrañaba a comer pan”.

Y así también, Loana sintió en carne propia, en carne viva, el reencuentro de su abuela con José en el cementerio, el por fin saber dónde estaba enterrado José Echave tras más de tres décadas de vacío y dolor. Y lo expresó de la manera que mejor sabe hacerlo, con este escrito de su autoría que te compartimos a continuación, junto a la columna completa de Malas Lenguas.