“EL CHINO” GARCÍA MARQUEZ Y LA CUMBIA ARRABALERA DE AGUA SUCIA
Escrito por Luz Lorenzo el 22 mayo, 2023
En la tarde de Socorro recibimos a “El Chino” García Márquez, tecladista de Agua Sucia y Los Mareados, para hablarnos de la banda platense que fusiona el tango con la cumbia villera.
Por Socorro, de Raíces Rock, pasó José Ignacio “El Chino” García Márquez, integrante de Agua Sucia y Los Mareados, la banda platense surgida en 2015, que apela a la fusión de dos géneros musicales bien argentinos y populares: el tango y la cumbia de barrio o cumbia villera.
El “Chino” García Márquez, a cargo del teclado y los arreglos musicales, nos habló de cómo surge esta particular fusión.
En la adolescencia me juntaba con mis amigos, que eran músicos también, y siempre pintaba tocar tangos en cumbia, pintaba de joda, porque no los habíamos escuchado. Después, cuando Pablo (Lima) arma Agua Sucia y me propone ser parte de las teclas, fue un mundo a explorar; primero que me puse a estudiar más cumbia y me puse a estudiar más tango.
Agua Sucia tenía una esencia, una identidad que fue puliendo con el tiempo y de la mano de José García Márquez, hasta la lograr una fusión de ambos géneros, en el que cada uno, a su vez, se vuelva identificable. Una cumbia arrabalera que, en sus letras, no escapa a las problemáticas sociales e historias cotidianas, temas tanto del tango como de la cumbia villera.
“El Chino” explica que en su trabajo toma las canciones, realiza diferentes arreglos musicales, juega con la melodía para sacarle su máximo potencial; intenta embellecerla, o “adornarla”, pero también considera y respeta el trabajo original del artista
Hay canciones de Pablo que para mí no hay que hacerle nada, hay que acompañar ese proceso como está y ahí es cuando decís “bueno, está perfecta, mi trabajo es no cagarla” reconoce “El Chino” y agrega que siempre trata de buscar cuál es el sentido de esa canción, qué es lo que tiene para decir el artista, y correrme de mi lugar de artista también y pensarme más como productor y al servicio del artista; lo más importante es dejar afuera el orgullo y el ego.
En este sentido, José considera que si bien no puede expresar cuál es su identidad artística, sí la ha ido desarrollando y plasmando en la exploración de la música desde sus diferentes sonidos y géneros
He tocado de sesionista en bandas de cumbia pop, he tocado en bandas de reggae, de blues, he tocado jazz, cumbia villera. He tocado un montón de género populares y con el transcurrir de los años me di cuenta que yo era yo, tocase el género que tocara, yo soy yo a donde vaya; voy, toco y le impregno a ese género. Siempre consideré que antes que género musicales había intérpretes y artistas.
La inmersión de José García Márquez en diferentes ritmos y sonidos no ocurrió hasta la adolescencia, pero su gusto por la música inicio desde muy pequeño. A los 4 años quedó fascinado con “Mariposa Tecnicolor” de Fito Páez y le manifestó a su madre sus deseos de aprender piano que, por cuestiones económicas, no pudo cumplir hasta cuando tuvo 6, recuerda “El Chino”:
Fue un flash para mí, porque de pronto empezar de una a estudiar piano, ir a un departamento que tenía un piano de cola, era una locura.
A los 10 años empezó a estudiar en el Conservatorio en San Luis, pero la música clásica no lo satisfacía del todo, estaba interesado en ritmos más populares y a los 14 años abondó los estudios.
Me acuerdo que en la escuela me crucé con un amigo que me dice “empecé la semana pasada a estudiar guitarra y estoy tocando una canción de Los Beatles”. Y yo digo, puta madre, yo estudio y toco el piano desde los 6 años y a mí me sacas la partitura y no sé tocar, solo sé tocar Mozart, Bach, algunos estudios de Chopin.
En ese momento José García Márquez se abrió a un mundo de posibilidades, que primero experimentó de manera autodidacta, y luego retomando los estudios. Tras una vida de piano acústico, José dio un volantazo a los 14 años. Hoy con más de 30, el tecladista de Agua Sucia le dice adiós a la banda, también en la búsqueda de nuevos rumbos.
“El Chino” sostiene que la música ha sido siempre su medio de vida, una pasión, una vocación y un trabajo que ha sido gratificante, pero en el que no existen vacaciones, ni aguinaldo, ni ahorros posibles, relegando así otras metas en la vida
Yo ya he dado un montón, hecho un montón por la cultura, por la música, todo, y la verdad que estoy poniendo un montón del lomo y ya el desgaste… no es como cuando tenés 18.
Por eso José García Márquez decidió, no sólo dejar Agua Sucia y Los Mareados, sino cambiar de ámbito; planea instalarse en un pueblito de la costa Argentina, donde seguirá ligado a la música pero con otro enfoque
Siento que por muchos años he perseguido la industria musical, por pensar en el mango, en que tenía que trabajar, en que yo comía con eso y, la verdad, siento que perdí el foco de por qué hacía música, qué era lo que me gustaba realmente, y quiero disfrutarlo desde otro lugar, entonces quiero ir a purificarme, a limpiarme un poco.
José García Márquez abre nuevos caminos en su historia personal y artística, pero aunque deje la banda su huella siempre estará en las canciones de Agua Sucia y Los Mareados. Por eso la entrevista concluye con un tema del primer álbum que contó con trabajo completo de “El Chino”: arreglos, edición y masterización. Estamos hablando de “Y hubo alguien” del disco “Romántico Arrabalero”.