CRECER: ENTRE LA NIÑEZ Y LA ADULTEZ

Movilizada por el Día Internacional de la Mujer, una compañera de FM Raíces Rock nos relata una pequeña reflexión sobre sus propias experiencias para dar a conocer los vestigios del patriarcado al crecer como mujer en una sociedad machista. Hoy, más que nunca, ella sabe que no está sola.

A los 11 años tuve mi primera menstruacion, mi mamá no vivia conmigo, solo mi papá y hermanos. Mi hermana estaba privada de su libertad pero en mi casa aun habían toallitas que sobraron de ella.

Yo, asustada, y sin saber como manejarlo, me pongo un trozo de papel higiénico y voy a buscar las toallitas que se encontraban arriba de un mueble hacia años. Me las pongo como pude porque no sabia como se usaban y salgo muerta de vergüenza. Le cuento a mi papá, el se emociona y me abraza diciendo que estaba grande.

Ese dia fui a visitar a mi mamá y por la reacción de mi papá creí que ella iba a reaccionar igual o parecido, pero ella me mira ofendida y parecía enojada.

Me dijo “ya te vino” y me sentí muy mal y triste. Al ir creciendo noté varias actitudes machistas de mi madre, de mi padre también pero el lo hacia como chiste, aunque a veces dolía también. Pero cuando lo dicen de verdad duele aún mucho más.

Hoy en día, tras crecer y considerarme una persona adulta, noto que la mayoría de las mujeres (y me incluyo) también tenemos mucho para deconstruir. Y que la mayoría de los hombres machistas fueron criados por mujeres machistas. Puedo dar un ejemplo simple, mi mama me vio con una herramienta un dia y me mando a cocinar, y a mi hermano no le dijo nada.

Así que mi principal objetivo es educar a mis hijos tratando de no encasillar a la nena en la cocina y al nene en el fútbol, porque las personas decidimos de acuerdo a nuestro sentir, y de acuerdo a nuestras habilidades.

Con respecto a lo de la menstruación, educar a nuestros hijos para que podamos responder cuando nuestro cuerpo cambia, y no sentir miedo ni vergüenza ni culpa cuando se trata de algo natural.