Amplio rechazo al nuevo Código de Convivencia Urbano

Organizaciones sociales, sindicales y organismos de derechos humanos realizaron una conferencia de prensa frente a la Municipalidad para expresar su rechazo al proyecto de Código de Convivencia Urbano presentado por el gobierno de Julio Garro.

Esta mañana, diversos colectivos y organizaciones sociales y sindicales, brindaron una conferencia de prensa donde expresaron duras críticas al proyecto de reforma del Código de Convivencia Urbano que presentó el poder Ejecutivo al Concejo Deliberante.

Cabe recordar que el oficialismo cuenta con la mayoría en el recinto de concejales y concejalas de La Plata, por lo que la aprobación del Código es casi un hecho consumado, que coloca a las organizaciones nuevamente en estado de alerta.

Durante la conferencia, los voceros leyeron el documento titulado «No al código represivo de Garro» y afirmaron que el proyecto «xenófobo, clasista, represivo e inconstitucional» presentado está «lejos de promover la convivencia, y tiene como objetivo reprimir la protesta social así como el trabajo ambulante, sexual, de la economía popular, de la cultura y expresiones de la juventud».

«A su vez, el contenido del código es sumamente reaccionario, restringiendo la utilización del espacio público de los platenses en favor de los negocios privados, y de esta manera cercenando los derechos de la población», siguió el comunicado.

Las organizaciones presentes repudiaron las soluciones criminalizadoras. «En un contexto de crisis económica, Garro quiere responder con palos, multas y cárcel», afirmaron en el documento leído y agregaron que «este código amplía el brutal poder de actuación represiva de la policía, que cotidianamente persigue, vulnera los derechos y criminaliza a la comunidades migrantes, lgbtiq+ y las clases populares en general».

Una de las voceras de la conferencia de prensa, Valentina Pereyra, quien es trabajadora sexual, comentó al aire del Oeste Despierta en Raíces que «en 2018, cuando se presentó un Código de Convivencia Urbano parecido también nos organizamos para que den marcha atrás».

Pereyra, secretaria del Sindicato de Trabajadoras Sexuales en La Plata (AMMAR), explicó que «hay varios puntos (en el código) que generan violencia, criminalización y estigmatización hacia los sectores más vulnerados como lo son las trabajadores sexuales, los migrantes, o las personas que trabajan en en la economía informal, como los cuidacoches o vendedores ambulantes, que ocupan el espacio público para poder subsistir».

Desde el sindicato creen que este proyecto de Código de Convivencia Urbano «vuelve a reflotar ahora porque lo vemos parte de la campaña electoral del oficialismo de cara al 2021, para satisfacer a solo una parte de la sociedad que los vota».

«La lógica del gobierno de Garro en La Plata, y de Juntos por el Cambio en general, tiene que ver con la exclusión a la diversidad sexual, y con una perspectiva patologizante, violenta y discriminatoria para con los sectores más vulnerados», detalló Valentina Pereyra.

Asimismo, la secretaria de AMMAR, declaró que el intendente Julio Garro «sigue haciendo campañas de no violencia y no discriminación, y después la realidad es otra: tiene doble discurso y lo único que genera es más odio hacia sectores particulares».

En relación al trabajo sexual, específicamente, el código detalla la prohibición de la oferta de trabajo sexual, y de toda persona que contrate un servicio sexual en la vía pública: «Son muy amplios estos conceptos y lo único que genera es mas legitimación y abuso de poder de las fuerzas de seguridad. y no solo contra las trabajadoras sino contra cualquier trabajador en la vía pública», aclaró Pereyra.

«Una persona que está en el poder legitima cuestiones y conductas violentas, ¿qué queda para el ciudadano común? Claramente va a recrudecer la violencia en la ciudad contra comunidades migrantes, trans, y otros colectivos», expresó Valentina en el aire de El Oeste Despierta.

Desde la organización remarcaron que esperan que «los concejales y concejalas opositores estén a la altura de nuestra demanda que es real y es preocupante» y además aclararon que entienden que «debería existir un código o nuevas formas de vincularnos, pero hay varios puntos que están fuera de lugar y no nos convocan para discutir lo que nos concierne».