La maravillosa historia de los picantes
Escrito por fmraices el 8 junio, 2020
Por: Leo Fusero
Estados Unidos está sacudido por los disturbios más extendidos y sostenidos en más de 50 años. Las protestas por el asesinato de George Floyd en Minneapolis a manos de la policía escalaron con fuertes enfrentamientos entre manifestantes y policías, saqueos, destrozos, incendios y casi dos docenas de ciudades con toques de queda. La represión de la policía cargó contra los manifestantes con gas pimienta, gases lacrimógenos y balas de goma, aumentando la indignación de un país conmocionado, castigado por la pandemia y la peor crisis económica desde la Gran Depresión, que ya dejó 44 millones de desocupados y 100.000 muertos. Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en varios estados y pasó al menos una hora dentro del bunker de la Casa Blanca, diseñado para su uso en emergencias como ataques terroristas, que no era utilizado desde septiembre del 2001. El día anterior rompió relaciones con la Organización Mundial de la Salud, desfinanciando el organismo en medio de la peor pandemia de la historia contemporánea.
Los disturbios en más de 30 ciudades de Estados Unidos no fueron trasmitidos por los medios de comunicación masivos, ya que la Patriot Act, una ley del Congreso sancionada luego de los ataques a las Torres Gemelas, permite al gobierno del norte evitar que los medios trasmitan masivamente los actos considerados terroristas. En contramano, los medios masivos de la Argentina publican la carta en la que 300 idiotas califican de infectadura las medidas de gobierno y le dan micrófono amplificando la palabra a zombis mentales que no creen en las vacunas, piensan que la tierra es plana, que Dios creo las flores para embellecer el mundo y que el virus es un invento del sionismo. Esos mismos medios, que se alimentaron de $11.000 millones de pauta publicitaria en cuatro años de Macri, siguen siendo funcionales a la derecha, pero son privilegiados con entrevistas amenas y pauta publicitaria por el mismo gobierno que atacan, cómo Luis Novaresio que le facturó al Estado un millón de pesos por publicidad en su blog que no tiene más de 30 visitas al mes o ARGEN S.A. de Guillermo Andino, que en el período 2017/18 le facturó al Estado de Macrilandia la friolera de $4.300.000. Quizás eran esos generosos cheques lo que evitaban el mismo nivel de indignación que hoy demuestran durante las 60 semanas que duró el “Plan Sandleris” que pagó intereses por $841.656 millones (unos U$S 15.108 millones) ni alertaban a la población del latrocinio que produjo el macrismo entre Enero del 2016 y Junio del 2018, ya que con tasas que llegaron al 84% anual pagó intereses por $ 622.000 millones, el equivalente a U$S 28.676 de dólares al cambio de la fecha.
Le violencia policial es la primer causa de muerte para jóvenes negros en Estados Unidos y es la única respuesta que encuentra la derecha rancia ante los reclamos populares. La misma violencia ejerció Lenin Moreno en Ecuador, ante las protestas por las reformas a la ley laboral que aprobó la Asamblea Nacional, que permite los despidos masivos, la reducción de jornada laboral, los contratos por horas y los seis días laborables sin recargo, representando una regresión absoluta en derechos laborales ya que señala que el empleador podrá reducir la jornada laboral a la mitad y reducir el 45% del salario actual del trabajador por un periodo de hasta 4 años en total. Es decir, durante 4 años el trabajador ganará 45% menos de lo que gana actualmente, dejando al Ecuador como un país sin derechos laborales. Chile tiene el mayor desempleo en 35 años, y su muy pinochetista congreso le otorgó media sanción a la ley sobre un impuesto a los más ricos del 2.5% sobre el patrimonio, el doble de la propuesta presentada en el Congreso Argentino, que sigue dando vueltas para no tratarla.
El primer socio comercial de la Argentina, Brasil, enfrenta 5 millones de despidos en un mes y su economía tiende al colapso. Su ministro de economía piensa en salvar solo a las grandes empresas mientras condena a las pequeñas a la extinción, a contramano del gobierno alemán que salva con 7.800 millones de euros a Lufthansa pero a cambio de dos sillas en el directorio de la empresa, o Italia, que se queda con Alitalia a cambio de 700 millones. La lógica neoliberal impera en las grandes corporaciones, como Renault que anunció su intención de despedir 15.000 empleados y en las mentes aún colonizadas de miembros del propio gabinete argentino, como Guillermo Nielsen, presidente de la petrolera de mayoría estatal, que aseguró que hay que dar vuelta la firma ya que YPF no puede seguir con tantos empleados. Nielsen es Mandela al lado de personajes que siguen siendo reivindicados por el gobierno, como María Alejandra Nogueira, una pieza clave dentro del armado mediático de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal y que el propio Kicillof designó en el ámbito del ministerio de Comunicación Pública, subsecretaría de Producción y Contenidos, a partir del 11 de diciembre de 2019, en el cargo de directora Provincial de Prensa o Patricia Ortúzar, flamante Directora Nacional del Antártico, nombrada desde la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur a cargo de Daniel Filmus a pesar de haber sido fiel ejecutora de la política macrista durante la gestión anterior y mano derecha de Máximo Gowland, Director de Política Internacional de Cambiemos en Cancillería que actualmente también continúa en su cargo.
La tragedia invita a pensar si es cierta la premonición del poeta de calle 66, cuando vaticinaba que sobrevivirá el valiente, huirán los ricos y pronto todo está inundado, menos que mañana, y más que siempre.