¿Por qué paran los repartidores de apps?
Escrito por fmraices el 22 abril, 2020
FM Raíces Rock dialogó con los trabajadores, en paro, que permiten a miles de negocios sobrevivir a la cuarentena. Su situación y su reclamo.
Por: Sergio González y Nicolás Hernández
En la ciudad de La Plata son cientos los trabajadores y trabajadoras que se exponen a los riesgos del coronavirus. «Hay negocios, boliches chicos, que están sobreviviendo gracias a nosotros» relata Lucas, quien trabaja para la app Rappi y forma parte de la Agrupación de Trabajadores de Reparto.
Sin embargo, hace más de un año que no reciben ningún tipo de aumentos, y las empresas promocionan el reclutamiento de nuevos trabajadores obligando a la masa de repartidores a aceptar condiciones leoninas.
“Jamás nos han aumentado el sueldo, tuvimos 100 % de inflación y nuestras ganancias siguen siendo las mismas” nos cuenta Matías Cejas, trabajador de la app Glovo e integrante de Glovers Unidos Argentina.
El paro
La demanda consiste en la duplicación del pago por pedido entregado y elementos de seguridad e higiene para mantenerse a salvo de la pandemia.
La medida es de carácter internacional y se lleva adelante este miércoles en siete países. En Argentina, el paro es realizado en la Ciudad de La Plata, en Buenos Aires, Mar del Plata, Corrientes, Neuquén, Rosario, Córdoba, Mendoza y Santa Fe.
La demanda de un aumento es impostergable debido a que, «el trabajo es cada vez menos rentable», relata Matías.
La clave para entender la situación es el aumento del reclutamiento de nuevos trabajadores por parte de las empresas, los cuales aceptan a someterse a condiciones desfavorables debido a la crisis generalizada.
Lucas cuenta el caso de la campaña de «Rappihéroes», la cual a aumentado el numero de prestadores, sin embargo esto se traduce en mayor competencia entres los trabajadores que «desde que empezó la cuarentena, nos vimos privados de cualquier canal de reclamo de parte de la empresa».
Esto se traduce en constantes injusticias que no pueden ser reparadas, van desde devoluciones de pedidos que van a cargo de los trabajadores hasta cierres de cuentas injustificados, el equivalente a un despido.
En la actualidad, «para ganar entre $1.000 y $1.200 pesos por día hay que trabajar entre ocho y diez horas» nos cuenta Lucas en el caso partiuclar de Rappi. Esta situación lleva a que haya trabajadores que trabajan hasta 16 horas diarias.
Ante el Coronavirus
Además de aumento, los trabajadores piden «elementos de seguridad e higiene”. Según Matías, las empresas no brindan ningún tipo de suministros y si les dan algo es insuficiente: “por ejemplo, Glovo nos dio un kit de seguridad que consta de un barbijo descartable, un par de guantes y un alcohol chiquito, que nos dura menos de un día de reparto, ya que nosotros estamos 10 o 12 horas en la calle”.
En el caso de Rappi, les entregaron un protocolo, pero «no nos dan ni los guantes, ni los barbijos, ni los 100 cm cubico de acohol en gel que corresponde.» Situación por la cual, las medidas de protección quedan a cargo de los propios trabajadores.
Relación de dependencia encubierta
La clave para el atropeyo de los derechos laborales de quienes prestan este servicio es la forma de contratación. Lucas explica que de hecho, se establece una «Relación de dependencia encubierta, porque somos monotributistas, pero no es que ofrecemos un servicio particular sino que trabajamos solo para una empresa»
Esta flexibilización los desampara de cualquier medida de acción colectiva y permite a las empresas desligarse de las responsabilidades patronales correspondientes. Hasta el momento, el Estado se mantiene ausente.
En lo cotidiano, las consecuencias son múltiples. Los trabajadores deben asumir todos los riesgos que conlleva sus tareas “Glovo se lava las manos, dicen tener un seguro pero ese seguro jamás cubrió a ningún trabajador, en Mar Del plata tenemos el caso de un compañero que sufrió un grave accidente y nadie se hizo cargo de nada. Para estas empresas nosotros somos numero nada más, no somos personas”.
Por otra parte, el sistema no contempla ningún tipo de justificativo de ausencia, ya sea enfermedad o roturas en los vehículos utilizados. «Si no trabajamos no cobramos» señala Lucas.
Hasta el momento, los trabajadores evalúan la medida de fuerza como un éxito por haber obtenido un alto nivel de acatamiento a la medida de fuerza, a la vez que han logrado visibilizar sus reclamos.