Juan París
Escrito por nicohernandez el 20 marzo, 2019
Leo Fusero nos trae la columna semanal de Economía en Cartón: Detrás del Humo del Choripan, con un amplio análisis del contorno político argentino.
El 14 de mayo de 1810 llegó a Montevideo la fragata inglesa Juan París con una noticia trascendental: el 1° de febrero había caído la Junta Provincial de Sevilla, última porción de resistencia española contra Napoleón. Con ella caía el gobierno de España y la España misma, por lo cual, sin gobierno central, no había razón para mantener un virrey, dado que este último solo era representación del Rey de España en estas tierras. Por sentido común, caído el rey, caía el virrey. Anoticiado Cisneros desde Montevideo, solicitó que se detenga la fragata en ese puerto, para poder dar la noticia de la caída en Buenos Aires pero “arreglada”. Cisneros sabía que esa noticia era el acta de defunción de su gobierno y la señal que los patriotas estaban esperando para lanzarse de pleno a la revolución. Si alguna esperanza cabía al virrey era la de presentar la noticia de forma edulcorada, lo que le permitiría ganar tiempo.
El ejecutivo amarillo que detenta el poder político en Argentina funciona como un virreinato, ya que todas las decisiones en materia política, económica o judicial se toman en la sede central del poder, vale decir, en Washington. La política económica es definida por el FMI, las decisiones políticas (política es política exterior decía un tal Juan Perón) se toman en el Departamento de Estado, como por ejemplo el reconocimiento de un diputado con 80.000 votos como presidente de Venezuela, y las decisiones judiciales en la Embajada, como atestigua el 007 del tercer mundo D´Alessio. Pero no es solo gracias a edulcorar, o simplemente silenciar, las noticias de la gestión amarilla que esta aún no voló por el aire. Si se cumplen las expectativas para 2019, la administración Macri llegará al 244% de inflación acumulada durante su gestión, habiendo caído del 1° al 6° puesto en el ranking regional de salarios mínimos, que al final del gobierno de la yegua chorra era de u$s 607 y llegada la alegría y la transparencia pasó a los actuales u$s 295. Tampoco abunda la información sobre endeudamiento, cuya última emisión fue la semana pasada por u$s 950 millones con vencimiento 11 de octubre de 2019 (dos semanas antes de las elecciones primarias) , y que el dólar convertible, o sea cuanto tendría que costar un dólar para que puedan cambiarse todos los pesos de la economía (Base Monetaria + Pases Bancarios + Leliq sobre Reservas Netas) da la friolera de $538.40 pesos por dólar.
Si los datos económicos son difíciles de entender para las grandes mayorías que solo intentan no ahogarse en ese maremoto que se llama fin de mes, seguramente la vena patriótica se les inflamaría como en los mundiales de fútbol si la prensa les informara del paseo a modo de reconocimiento que comandos ingleses hicieron sobre territorio nacional, al visitar la base militar argentina Melchior en la Antártida, como atestigua la foto que ilustra esta columna. El resultado de su paseo fue informar al gobierno británico que la base está “deshabitada pero en buenas condiciones”, lo que en términos militares indica una gran cabeza de playa para una invasión. Para enterarse de esta violación a la integridad territorial no fue necesario los servicios de la DEA, la CIA o la MOSSAD, ya que fue el mismo comando inglés el que subió la foto a Twitter. Hasta el nivel de descaro con que lo hacen resulta insultivo y denigrante, trato que las potencias saben dar a aquellos países coloniales que saquean a piacere. Si hace 209 años una fragata inglesa traía la noticia de la libertad, hoy es otra fragata inglesa la que muestra sin velos el grado de degradación de eso que solía llamarse soberanía. También hay una gran diferencia con el Cisneros amarillo, ya que su antecesor sabía que enfrente tenía a Belgrano, Castelli o Moreno, y el actual sabe que cuenta como oposición con Daher, Bossio, Pichetto, Massa y Urtubey, por lo cual puede dormir tranquilo. No hay ninguna revolución a la vista.