Me matan, Limón!
Escrito por nicohernandez el 2 mayo, 2018
La columna semanal de «Economía en Cartón: detrás del humo del choripan» con Leo Fusero para El Bondi de la 88.
Cuando presentó sus cartas como embajador ante Donald Trump, este lo recibió al grito de Lemons, Lemons, Lemons! Una tomada de pelo similar le hizo a Macri en su primer reunión bilateral, al declarar a la prensa que él (Trump) “le hablaría de Corea del Norte y él (Macri) de limones”, dejando bien en claro quién está a cargo de temas de estrategia global y quién es un mero verdulero de barrio. Colocar un ex empleado experto el limones en la embajada más importante del mundo, utilizar la reunión bilateral con el presidente de la potencia mundial para hablarle de limones y festejar el primer embarque de limones por cadena nacional marca la obsesión presidencial por el cítrico, que carece de sentido si se tiene en cuenta que, con suerte, las exportaciones de limones a EE.UU. pueden alcanzar los U$S 50 millones, irrelevantes si se los compara con los U$S 1.500 del biodiesel. Con los números sobre la mesa, la pregunta que cae de maduro es ¿a que se debe la obsesión del presidente con los limones?
La ‘Ndrangheta, la organización criminal más importante del mundo, que domina el tráfico internacional de cocaína, está activa en Argentina, como demostró la detención en Septiembre de Rocco Morabito, capo mafia calabrés, que viajaba con frecuencia a Buenos Aires. La principal diferencia con la Mafia reside en los métodos de reclutamiento. La ‘Ndrangheta recluta a sus miembros siguiendo el criterio de la relación de sangre, de lo que resulta una extraordinaria cohesión dentro del clan familiar. Tiene su base en Siderno, Calabria, tierra del abuelo del presidente Macri. El capo del clan cayó en San Pablo en Junio del 2017. A pesar de viajar con pasaportes falsos, pude determinarse que se trataba del máximo responsable de la mafia calabresa: Vincenzo Macri, hijo de Antonio Macri, capo del clan, de quién heredó el puesto. Unos meses antes de su caída, en el puerto de Gioia Tauro, ubicado en la provincia de Reggio Calabria, las autoridades italianas incautaron 55 kilos de cocaína por un valor de venta estimado en 11 millones de euros que estaba en un contenedor de mercancías procedente de Argentina. La cocaína era de máxima pureza y estaba dividida en 51 paquetes dentro de un contenedor que transportaba limones.