Triunfo para las recuperadas: expropiaron Brass Root de Vicente López
Escrito por nicohernandez el 16 septiembre, 2015
El pasado 27 de Agosto el Senado de la Provincia de Buenos Aires aprobó la expropiación de la recuperada Brass Root de Vicente López y esta semana se promulgará la norma. Ariel Jurez, joven trabajador e integrante de la cooperativa, contó la lucha que vienen llevando a cabo.
Por Blues Obrero
La fábrica en la que trabaja Juárez, dedicada a la fabricación de herrajes y grifería de estilo, está en Munro, partido de Vicente López, donde trabajaban con normalidad hasta que llegaron y vieron sus puertas cerradas. «Nos dimos cuenta que habían hecho un vaciamiento, se habían llevado casi todo, desde las maquinarias hasta artefactos de luz» explicó y agregó que estuvieron 6 meses parados, sin cobrar, hasta que tomaron la decision de trabajar en forma cooperativa.
Hace dos años que la fábrica está en manos de la «Cooperativa de Trabajo Bronces Brass Root Limitada». Sin embargo, el trabajador de este establecimiento señaló una de las grandes luchas que tienen «las recuperadas en lo
legal es la expropiación, dado que dos por tres caen denuncias de usurpación; la expropiación nos da una tranquilidad enorme».
legal es la expropiación, dado que dos por tres caen denuncias de usurpación; la expropiación nos da una tranquilidad enorme».
Sobre el trabajo en forma cooperativa comento que hoy en día creen «que es una forma de trabajo que no tiene nada que
ver con el maltrato y la explotación que recibíamos de los patrones; es un
modelo basado en la solidaridad y el compañerismo«.
ver con el maltrato y la explotación que recibíamos de los patrones; es un
modelo basado en la solidaridad y el compañerismo«.
Por otra destacó el rol del Estado que «está muy presente en las cooperativas; logró
organizarnos, esta presente dando una mano para la inclusión y que las fabricas
no cierren»
organizarnos, esta presente dando una mano para la inclusión y que las fabricas
no cierren»
Ariel Juárez hoy señala que los trabajadores vivieron «una experiencia con un gusto amargo, pero a su vez muy linda, porque aprendimos a ganarnos el dinero desde la autogestión» y agregó para concluir que «nunca hay que bajar los brazos».
