Los hermanos Iaccarino, historia de un despojo
Escrito por nicohernandez el 18 junio, 2015
Empresarios
exitosos durante la década del ’70, incursionaron en distintos emprendimientos
productivos. Su industria más preciada tuvo lugar en Santiago del Estero con
ILSA. Sin embargo, al arribar la dictadura cívico militar en 1976 fueron secuestrados,
torturados y desapoderados de todas sus pertenencias.
En la provincia del noroeste argentino, los Iaccarino obtuvieron 25 mil hectáreas que las utilizaron
al servicio de una economía social y solidaria, brindando puestos de trabajo al pueblo y repartiendo
las riquezas de manera equitativa.
Sin embargo, al arribar la dictadura cívico militar en 1976, Rodolfo, Alejandro y Carlos se vieron
envueltos en una conspiración organizada por otros empresarios y miembros de las Fuerzas Armadas
de la región que vieron con resentimiento la prosperidad de los hermanos en el negocio lácteo.
A pocos días del golpe, toda la familia fue secuestrada y derivada a distintos Centros Clandestinos de
Detención. Bajo la tortura y los vejámenes, los acusaron de tener vínculos con el Ejército
Revolucionario del Pueblo (ERP) y de irregularidades en los papeles de propiedad de las tierras.
Todas las causas representaban un fraude con el único objetivo de despojarlos de todas las pertenencias que habían conseguido producto del trabajo constante.
En comunicación con Ritmo y Sustancia, Alejandro Iaccarino sostuvo que “la causa principal
tiene que ver con el plan que llevamos adelante denominado Plan Económico Expansivo
General, el cual tuvo éxito frente a las empresas multinacionales”. Además asegura que con el
mismo lograron descartar la intermediación innecesaria en la distribución de los productos,
abaratando los mismos en los mercados de la ciudad de La Plata.
Aún siguen en la búsqueda de aquellos que se siguen beneficiando con sus propiedades
ilegítimamente. Tanto Alejandro como Carlos se encuentran organizando actualmente el Parlamento
Parlamento Indoamericano de Empresarios, en vías de organizar y uniformar a las víctimas
despojadas de sus propiedades en todo el continente.
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