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Películas para entender la importancia del uso del color en el cine

Escrito por el 19 agosto, 2021

El color es algo fundamental en las películas para poder transportarte al mundo donde se llevan a cabo. Los largometrajes que aquí enumeramos son claros ejemplos de esto, los cuales, no podrían tener la intensidad emocional sin los colores que manejan. No te las puedes perder.

color

El cine es un arte que debe inspirar a los espectadores. Esta es una de las reglas de los directores, por lo que siempre echan mano de todos los recursos visuales o sonoros que sirvan para lograr conmover a todos los cinéfilos.

Desde su aparición en la industria cinematográfica, el color se ha convertido en uno de los elementos expresivos que más ha sido explotado por los realizadores. Junto a la música, las tonalidades es, probablemente, una de las piezas que más ha ayudado a crear atmósferas y films inolvidables.

Ejemplos claros de cómo influye el color en las escenas es el uso de los tonos cálidos para generar la  impresión de cercanía, mientras que los fríos, reflejan lejanía. De igual manera que los fondos claros e iluminados transmiten sensación de alegría y centran la atención en los colores más vivos, mientras que los fondos oscuros entristecen y hace que los detalles pierdan importancia.

Desarrollar una paleta de colores con un idioma propio requiere de tiempo, esfuerzo y un análisis profundo de la psicología. Por esta razón es que vale la pena reconocer y repasar estas joyas del cine bajo una mirada más estética.

A principio de siglo XX, George Méliès o Edwin S. Porter, hacían colorear cada fotograma de la película a mano; y aparte de ser un proceso muy engorroso, no era muy creíble de cara al espectador.

En los años treinta, con la consolidación de empresas como Kodak, Agfa y Technicolor, se consiguieron los avances necesarios para realizar una representación del color real en el cine. Y esto se consiguió gracias a incluir en la ecuación la síntesis sustractiva en el proceso, pues gracias a sus colores primarios (cian, magenta y amarillo) se lograba controlar la intensidad del rojo, el verde y el azul (complementarios a los anteriores). El procedimiento consistía en superponer tres negativos distintos, cada uno con un filtro correspondiente a un color primario (rojo, verde y azul). Esto supuso el punto de partida para conseguir un color creíble en las proyecciones.

Sorprendentemente, hasta día de hoy ese ha sido el concepto en el que se ha basado la captación del color en cine: el reconocido modelo RGB. Tanto en celuloide como en digital (sin entrar en detalles técnicos).

* RGB es una sigla formada por los términos de la lengua inglesa red (“rojo”), green (“verde”) y blue (“azul”). El concepto suele emplearse para referirse a un modelo cromático que consiste en representar distintos colores a partir de la mezcla de estos tres colores primarios.

El Mago de Oz

Transcurridos unos años, llegó la primera película que utilizó el color de una manera totalmente narrativa y artística: El Mago de Oz (Victor Fleming, 1939). En esta película se usó el color por primera vez de una manera que hasta el día de hoy se ha repetido una y otra vez: La vida real de la protagonista, Dorothy, está contada en un blanco y negro virado a sepia; mientras que en el mundo de la fantasía de Oz, al que llega a través de sus sueños, está representado en colores muy vivos.

A partir de esta película empezó a usarse más el color,  aunque normalmente quedaba reservado para producciones con altos presupuestos, como musicales o western (películas de vaqueros). Tras los años cincuenta,  al pasar el bache de la II Guerra Mundial, el color fue cogiendo más importancia en las producciones, y a raíz de eso, se empezó a trabajar más profundamente la dirección de arte y la dirección de fotografía; por ejemplo, en películas como Centauros del Desierto (John Ford, 1956) o Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen & Gene Kelly, 1952).

Centauros del Desierto

Hasta los años setenta el cine en color y el cine en blanco y negro estuvieron conviviendo, ya que hasta entonces el hecho de usar uno u otro era un tema de presupuesto más que decisión artística. A partir de ahí, cuando el uso del color se democratizó, el uso del blanco y negro pasó a ser decisión artística de directores y directores de fotografía.

El Odio/La Haine

Por ejemplo, y acercándonos ya a nuestra época, películas como La Haine (Mathieu Kassovitz, 1995) o Pi, fe en el caos (Darren Aronofsky, 1998) usan un blanco y negro muy contrastado y granulado, lo que da un aspecto duro y violento, incluso claustrofóbico en el caso de Pi. También, películas como Sin City (Robert Rodriguez, Quentin Tarantino y Frank Miller, 2005) usan una mezcla de blanco y negro con algunos elementos a color, para llevar la atención del espectador a dónde ellos quieren.

Después de tanta teoría cinematográfica… Ahora sí vamos con algunas recomendaciones (según mi criterio personal) que sirven para entender la importancia del color en el cine

PELÍCULAS DESTACADAS POR  EL USO DEL COLOR

Pierrot le Fou (1965). Jean Luc Godard

Una de las películas más divertidas y románticas del director New Wave, Jean-Luc Godard, Pierrot le Fou es una de las primeras películas a color del francés. En esta obra se deja muy en claro su dominio y entendimiento del recurso. En el film, Godard explota el brillo de los colores primarios, dándole a un estilo visual que la convierte en una de las piezas más entretenidas y memorables de la Nueva Ola Francesa.

Pánico y locura en Las Vegas (1998). Terry Gilliam

Nos traslada la angustia interior de los protagonistas a través de una mezcla psicodélica de colores, a parte de los demás elementos narrativos como encuadres, movimientos de cámara, tipo de lentes, etc.

Amèlie (2001). Jean-Pierre Jeunet

Con un esquema de color dominado por el verde, rojo y amarillo, Amélie es un film con una consistencia cromática supersólida, que ayuda a reforzar el mundo soñador y maravilloso de la protagonista. Su historia adorable, sus personajes entrañables y su atmósfera casi etérea, le han otorgado a esa película un puesto dentro de las producciones francesas más memorables de la historia.

Big Fish/El gran Pez (2003).  Tim Burton

Cuando se habla de Tim Burton, usualmente se piensa en ambientes grises, dominados por una paleta de color que se maneja cómodamente en la escala de grises, con ocasionales colores brillantes, como sucede en Batman, por ejemplo. Sin embargo, en Big Fish, Burton logra darle un vuelco a su estética, presentando un film que, a pesar de su colorido, está bien adentrado dentro de su canon estético.

Scott Pilgrim Vs. el Mundo (2010). Edgar Wright

A diferencia de su contraparte en blanco y negro del mundo del cómic, la versión cinematográfica de nuestro héroe canadiense es un film entretenido a todos los niveles que explota el uso del color, tanto en el set, como en las animaciones que la decoran. Su uso arriesgado del color –inspirado en la influencia de los videojuegos, bastante notable en la película– la convierte en una de las piezas más interesantes de los años recientes.

2046 (2004). Won Kar Wai

Aunque todos los films del director Wong Kar Wai se caracterizan por sus ambientes místicos y seductores, decidimos colocar en este puesto a 2046, el film más ambicioso y menos accesible del realizador surcoreano. La belleza de la estética de esta película está en su atemporalidad: sucede a la vez en el futuro y en el pasado. Además, su inconsistencia visual afectada por el interludio sci-fi, la hacen una pieza experimental imprescindible para cualquier cinéfilo.

Moonrise Kingdom (2012). Wes Anderson

En este lugar cabría cualquiera de las películas de Wes Anderson, el director contemporáneo con mayor amor por los colores. Cada uno de sus films tiene una paleta de colores pasteles tan característica que prácticamente las define.

Moonrise Kingdom se diferencia de las demás por su estética vintage, cargada de nostalgia, y que refuerza la melancolía subyacente de la historia. Sus colores son brillantes y los contrastes entre ellos aportan una parte considerable a la narrativa del film.

Only God Forgives/Sólo Dios perdona (2013). Nicolas Winding

La saturación de los colores de esta cinta es una de sus más notables herramientas, los tonos oscuros lo son en demasía y los brillantes llegan a ser neón.

Pleasantville/Amor en Colores (1998). Gary Ross

El director de ‘Los juegos del hambre’ nos trae este film que a priori parece una película ligerita puramente destinada al entretenimiento en vista de ese envoltorio propio de un cuento de hadas y muy adornado con sentido del humor que funciona bastante bien. Pero ese tono de comedia va poco a poco mutando al drama y entonces se convierte en una historia distópica, pero del pasado, pues está ambientada en los años cincuenta, con una excelente recreación en la categoría de dirección artística, diseño de producción, vestuario, peluquería, pero sobre todo, fotografía, pues es de vital importancia el uso que hace de los colores y el juego simbólico que se trae entre el blanco y negro (éste muestra a quien sufre un cambio interior, un despertar).

HER (2013) Spike Jonze

Con una armonía cromática única, Her es una de las películas favoritas de la generación millennial. Además del argumento, en donde un escritor desarrolla una relación amorosa con un sistema operativo, en director Spike Jonze se apoyó en Jack Lewars para reforzar su historia. En el filme podemos encontrar a Theo, protagonizado por Joaquin Phoenix, en contacto con el rojo, recurso que utilizó el director para transmitir los sentimientos y emociones del personaje

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Spring Breakers (2012). Harmony Korine.

Quizá no te hubieras imaginado que una película de este estilo tuviera un uso increíble del color. Pero desde los trajes de baño de las chicas de la historia, se puede ver qué algo significa. Además, lo neones que se utilizan, representan la fiesta nocturna llena de vicio.

The Fall (2006). Tarsem Singh.

 Las historias llenas de fantasía que le cuentan a una chica hospitalizada son más fantásticas gracias a la mezcla de colores y decoraciones árabes que aparecen en cada historia. Un viaje visual por completo.

Moulin Rouge (2001). Baz Luhrmann.

 El musical de la pantalla grande, que te seduce con sus tonos rojos salidos de la lujuria y los vicios de esta época. Definitivamente te sumerge en la vida del cabaret, hasta los colores te transmiten las sensaciones de la hermosa Satine.

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