Cárcel de Los Hornos: “no tenemos ni pediatra para los chicos”
Escrito por fmraices el 1 mayo, 2020
Presas de la Unidad de Mujeres N°33 de Los Hornos se encuentran hace más de 10 días en huelga de hambre. Muchas de ellas están por cumplir sus condenas o son personas de riesgo, y piden prisión domiciliaria a causa de la pandemia.
Las internas de Los Hornos comenzaron con las protestas al igual que en varias cárceles de la provincia, en varios pabellones en las que se alojan muchas madres con sus hijos, embarazadas.
El jueves, las autoridades penitenciarias, las judiciales y las presas mantuvieron una mesa de diálogo que de poco sirvió para llegar a un acuerdo. FM Raíces Rock habló con Bety, una mujer privada de su libertad en la Unidad 33, y cuenta que “el Juez de Ejecución José Villafañe no dio ninguna respuesta certera, y vinieron solamente a burlarse porque nada más nos explicaron lo que pasa en la calle y nosotras estamos completamente informadas”.
Hace unos días el Juez Violini firmó un habeas corpus colectivo para el pedido de prisión domiciliaria a causa del coronavirus. Según Bety “algo que no puede llevarse a cabo porque no hay manera de que se lleve a cabo eso, porque no hay personal y porque solo lo hizo para descomprimir lo que estaba pasando el Devoto o Varela”.
“Nosotras venimos acá a cumplir una condena y estamos pidiendo que se respete el tiempo y forma de los beneficios que se nos otorgan”, afirma Bety, quien habita en el Pabellón 5, el primero en iniciar la huelga de hambre.
En la Unidad 33 de Los Hornos no hay muchas personas privadas de su libertad que están en condiciones de irse a su casa a esperar por una causa leve sin delito de sangre; algunos tienen una enfermedad coronaria o HIV, y algunos están por terminar su condena. Sin embargo es un beneficio y derecho que no se lo otorgan. “Donde entre el virus acá en la cárcel, nadie nos va a dar ni un respirador, ni un barbijo, porque nosotros somos la parte más discriminada de la sociedad” afirma Bety.
La unidad destinada a madres y embarazadas, explica, es “un lugar donde no hay insumos de protección de ningún tipo, no hay ni un pediatra para atender a los chicos, para que las madres hagan consultas. Pedimos un montón de cosas que nos corresponden y nos la rechazan”.
Según Bety “a raíz de la pandemia salió a luz que el sistema judicial es un desastre y nuestra condición de vida en la cárcel no es humana”.