Hernández: «Los argentinos no nos subordinamos al ajuste y a la crueldad de este Gobierno»
Escrito por Brandon Escobar el 8 mayo, 2025
Nicolás Hernández, fotógrafo, pasó por El Oeste Despierta y detalló lo que fue la represión en el día de ayer, contra los jubilados, por parte de las fuerzas policiales, durante una nueva marcha en el Congreso.

El padre Paco Oliveira, sacerdote que integra la congregación de Curas en Opción por los Pobres, resultó herido en el marco de la represión que llevaron adelante las fuerzas de seguridad contra los manifestantes de la marcha de los jubilados de los miércoles al Congreso contra las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei. En un principio, pareció que se lo llevaban detenido.
Las fuerzas de seguridad aplicaron el protocolo antipiquetes en las inmediaciones del Parlamento, que desde temprano amaneció completamente vallado. La represión dejó al menos un detenido, mientras que otros manifestantes, entre ellos jubilados y periodistas, también denunciaron agresiones.
En este contexto, y en una nueva entrevista llevada a cabo en El Oeste Despierta, Nicolás Hernández, fotógrafo, que estuvo presente en la rocha de jubilados y atestiguó lo ocurrido, contó en primera persona lo que sucedió y realizó un análisis de violencia sistemática por parte del Gobierno Nacional.
«El vínculo con los jubilados, ya trasciende del lazo que une al fotógrafo y el fotografiado. Es un vínculo muy especial», dijo Hernández, en relación a las incontables presencias en diversas marchas, en las que, por trabajo y convicciones, estuvo presente en el lugar de los hechos.
«Me parece admirable que vayan con bastones, con sillas de ruedas. Son las personas mayores, y muchas mujeres, las que hoy están en la primera línea contra el ajuste de Milei», continuó.

«Son personas de setenta, ochenta años, que deberían estar descansado en la casa pero las jubilaciones están por debajo de los 400.000 pesos, y los medicamentos ya no los cubre el PAMI», dijo. Y añadió: «Una señora me agarró del brazo, y me dijo ‘cambio todo esto por un buen plato de comida caliente’. Cada miércoles es enfrentarse a las fuerzas represivas del Estado».
«Ayer estaba Gendarmería Nacional, la Policía Federal, prefectura. Fueron varias fuerzas federales para contener la protesta de los abuelos», apuntó y, reflexionó: «Los jubilados no se cansan de convocar a la gente. Convocan a los hinchas, a los sindicatos, etc. Son un grano para este Gobierno que no sabe cómo contenerlos».
Además, Nicolás Hernández, se refirió a lo ocurrido con el padre Paco Oliveira, y explicó: «El padre Paco, conmovido por la represión, comenzó a ponerse entre los jubilados y la policía. Al ver esto, la policía fue a buscar a su compañero, se lo quisieron llevar, y el Padre Paco lo abrazó para impedir que se lo lleven».
«Fue ahí cuando, al no poder llevárselo, se los llevan a los dos. Justo en frente del estacionamiento de la policía federal. Por eso se habla de que fue premeditado», sostuvo.
«Lo golpearon en la frente al Padre Paco, en la ceja derecha. Se lo quisieron llevar a su compañero, y el padre Paco, comenzó a gritar que él no se iba a ir hasta que lo liberen (a su compañero). Estuvieron detenidos como veinte minutos, hasta que los liberaron», confesó el fotógrafo.

Y destacó un instante: «Me pareció muy emotivo el momento en el que, el Padre Paco, al estar detenido frente a una fila de gendarmes, la gente empezó a reclamar su libertad. Y el canto era ‘anda a Malvinas, la puta que te parió'».
«Con esto quieren meter miedo. Despliegan todos esos operativos, porque si no estuvieran ¿cuántos irían? ¿Cuantos viejos no van por miedo? ¿Cuántos no van por miedo a un palo? Porque a fin de cuentas, la imagen que trasciende en televisión, es un cura herido. Y si le pegan a un cura ¿por qué no me van a pegar a mi?», analizó.
Por otro lado, profundizó en las dificultades que existen para los periodistas y fotógrafos, que quieren estar presentes cuando ocurren estos hechos de relevancia, para atestiguar lo ocurrido y registrar los actos realizados.
«Hoy para hacer fotoperiodismo, en Argentina, tenes que prepararte como para ir a un conflicto bélico», afirmó. Y agregó: «Uno quiere sacar fotos para mostrar la represión, y te tiran al pecho. Te tiran a matar».
«Ninguno de los compañeros pensó en bajar la cámara o guardarla. Eso te hace sentir orgulloso. Emociona ver la cantidad de fotógrafo presentes», rescató.
Y concluyó: «Los argentinos no nos subordinamos al ajuste y a la crueldad de este Gobierno».