Sánchez: «No dejarse ayudar es lo peor que podemos hacer cuando hay una situación que nos supera»
Escrito por Brandon Escobar el 16 abril, 2025
Alberto Sánchez, psicólogo, pasó por el aire de la 88.9, en el programa de El Oeste Despierta, en donde abordó la tematica de violencia en la adolescencia, y brindó algunas herramientas para hacerle frente.

Resulta interesante analizar las causas de la violencia en la adolescencia, entendiendo primeramente que es multifactorial. Para comprender a un adolescente violento hay que tener en cuenta y evaluar varios aspectos, tales como el área cognitiva, la emocional-conductual y el aspecto social.
Es en este contexto que, El Oeste Despierta realizó un abordaje de la problemática a fin de profundizar en la misma, y para ello, se contactó nuevamente con Alberto Sánchez, psicólogo, que cuenta con la preparación y la experiencia de haber abordado estos temas durante las sesiones con sus pacientes.
¿CÓMO SE DA LA VIOLENCIA EN EL ÁMBITO ESCOLAR?
«La adolescencia es una época de la vida sumamente vulnerable, de muchas modificaciones que comienzan por lo biológico pero que también afecta lo emocional y el ámbito de lo psíquico», sostuvo Sánchez.
«Esa vulnerabilidad, hace que los jóvenes sean susceptibles de ser afectados por distintos temas, como la violencia», agregó.
¿POR QUÉ OCURRE EN LOS ESPACIOS EDUCATIVOS?
«Mi interpretación es que hay cuestiones de orden social, educativo y familiar. Ese es el problema, ya que al no ser un solo factor el que incide sobre este tema, si el abordaje no es desde varios lugares, es casi imposible modificar esta situación», explicó Alberto Sánchez.

Y añadió: «La violencia y la ira contenida, están un poco enquistadas en la sociedad. Y de alguna manera, solapada, escondida, casi silenciosa, va llegando a los adolecentes que entienden que todo se resuelve no tanto por las palabras, sino por las acciones. Entonces, toman cartas en el asunto y al ser tan fáciles de ser conducidos por sus impulsos, ocurren algunas cosas relacionadas a la violencia».
Además, advirtió sobre la importancia de prevenir y tratar situaciones o conductas que anteceden o que dejan saber que se podría estar frente a una situación o persona con conductas o patrones de violencia, debido a que «después es muy difícil tratar de resolver algo que ya pasó, porque deja muchas consecuencias».
«No solo entre los protagonistas, que pueden ser dos chicos que se pelean físicamente y se lastiman, sino también para el contexto porque ya deja un ambiente de tensión, trauma y de entender que las cosas se resuelven de esa forma. Es como que deja ese aprendizaje, y es bastante terrible. Esto requiere de mucho abordaje pero previo, con mucho diálogo y acercamiento a los jóvenes», afirmó.
Remarcó el hecho y la importancia de que los adultos se acerquen a conocer a los jóvenes, desde una postura sumamente genuina, ya que hay contrastes muy grandes entre la adultez y la adolescencia, que solo pueden derrumbarse si hay un interés genuino por conocer a ese adolescente con sus particularidades.

En esa misma línea, profundizó y explicó: «Lo importante es que el adolescente entienda que ese acercamiento es genuino, que realmente yo quiero saber qué le pasa, qué siente, qué miedos tiene, qué cosas lo enojan. Esto último es importante, ya que el enojo va generando la posibilidad de que alguien cometa una acción violenta. Básicamente, sentirse frustrado, incomprendido, y enojado, son las tres fuentes que después pueden conducir a conductas que salgan en los diarios».
En otra instancia, puntualizó en no minimizar los problemas o preocupaciones que aquejan a los jóvenes, aunque el primer pensamiento que se cruce por la mente, sea el de «es una pavada», ya que las consecuencias que acarrean posteriormente son las que más se lamentan, producto de haber minimizado la problemática cuando aún podía tratarse, por medio de la contención familiar, o con profesionales, de ser necesario.
SOBRE LA AYUDA PSICOLÓGICA
«El peor enemigo de los problemas, es no dejarse ayudar. Es la clásica imagen del adolescente que no está bien de ánimo, se encierra en la pieza y no quiere bajar a comer. Entonces nosotros como adultos, no podemos reproducir esa cuestión de ‘me siento mal pero me arreglo solo'», dijo Sánchez.
«No dejarse ayudar es lo peor que podemos hacer cuando hay una situación que nos supera», concluyó.