TENSIÓN EN LOS HORNOS: USURPACIÓN, AMENAZAS Y DISPAROS

Momentos de suma tensión se viven en estos instantes en la localidad de Los Hornos. Golpearon a un vecino hasta sacarle la casa. Los y las vecinas temen por su vida.

Residentes de la localidad de Los Hornos, viven instantes de extrema peligrosidad, puesto que temen por su vida, tras los hechos de violencia sufridos en las últimas horas, a raíz de una usurpación para parte de un masculino y dos femeninas.

Todo comenzó pasado el mediodía de ayer, cuando uno de los propietarios de la vivienda usurpada, fue sorprendido por un grupo de tres personas, conformado por un hombre y dos mujeres, que lo abordaron cuando el dueño de la casa volvía a su hogar.

Con arma en mano y una actitud totalmente repudiable, golpeó al hombre y lo amenazó, diciéndole: «Boliviano tomatelas, ésta casa ahora es mía, si no te vas te voy a matar a vos y toda tu familia». Por obvias razones, el dueño procedió a retirarse del lugar inmediatamente.

Vale mencionar que, el hecho tuvo lugar en la calle 50 entre 158 y 159. Asimismo, y para mala fortuna del vecino, cuando éste regresó a su vivienda en horas de la tarde, se encontró con que, los y las delincuentes se habían llevado varios objetos de valor, entre los que se encontraban: un televisor, estufas, celulares, entre otros.

Raíces Rock tuvo acceso a más información al respecto, y de acuerdo a lo declarado, al parecer esta no es la primera vez que sucede un hecho de esta naturaleza, debido a que en el pasado, las personas del lugar ya habían recibido amenazas pero que hasta ese momento, no había pasado a mayores puesto que les daban dinero con el fin de que no les hicieran daño, dinero que claramente no era ofrecido a voluntad sino por medio de extorsiones.

Una de las vecinas de la zona, de quien preservaremos la identidad por motivos de seguridad, aportó más detalles sobre la situación: «Afortunadamente vinieron policías y sacaron a los usurpadores, más allá de que argumentaron que el dueño no se aparecía hace más de un mes y que era un violador, lo cual era mentira porque le había pegado para sacarlo de su casa ese mismo día».

«Aparentemente estaba resguardando la camioneta de los policías pero cuando se fueron, el vecino tenía miedo de quedarse ahí, así que se retiró y apenas lo hizo, volvieron a usurparle la casa», contó la vecina.

Y agregó: «Hoy a la mañana entraron a la casa de otra vecina a hacer lo mismo, entraron queriendo quedarse con sus pertenencias y apropiarse de la casa. Rompieron la puerta, se metieron, quemaron las cosas, se llevaron sus pertenencias».

Ante la importancia de los y las vecinas al ver la situación, decidieron organizarse para defenderse entre ellos/as mismas ante la falta de respuesta por parte de la policía local. Sin embargo, ante este panorama, los delincuentes comenzaron a arrojarles piedras y a dispararles, acciones que dejaron 2 heridos pero que, afortunadamente para las víctimas, no fueron heridas de gravedad.

De todas maneras, la manzana estera tiene mucho miedo de lo que vaya a suceder esta noche, puesto que los han vuelto a amenazar con volver y quemarles las casas ni bien la policía se vuelva a retirar. «Ustedes no saben con quiénes de están metiendo», les dijeron.

«Queremos seguridad, estamos con chicos. Queremos que saquen a esa gente, que solo se dedica a eso, a sacar personas de sus casas», pidió la vecina con un tono de angustia.

Desde este lugar, nos preguntamos ¿Dónde está el accionar del municipio conducido por Julio Garro, quien presume de cuidar a los y las platenses, y de preocuparse por los más necesitados? No es novedad que, las localidades y barrios populares, ajenos a las zonas céntricas donde el jefe municipal tiene sus mayores intereses invertidos, sean las últimas en la lista de prioridades, y quienes sufran estos hechos de inseguridad que penosamente han naturalizado en los últimos años.

Desde Raíces Rock, denunciamos este hecho y se pide que las fuerzas policiales se hagan presentes en la calle 50 entre 158 y 159, para que los vecinos y vecinas del lugar no deban ver impotentes, como los delincuentes cumplen con su palabra de volver al sitio, para quemarles las casas.