Angustia ¿Qué hacemos?

El psicólogo, Alberto Sánchez, abordó la angustia en el programa de El Oeste Despierta, en donde la diferenció de la ansiedad, y mencionó sus síntomas al igual que sus orígenes.

El psicólogo, Alberto Sánchez, quien hace tiempo viene desarrollando sus columnas en El Oeste Despierta, en la última oportunidad, abordó la angustia, un estado intenso de malestar emocional, físico y cognitivo, una sensación de amenaza o descontrol que se manifiesta con síntomas como pueden ser: opresión en el pecho, miedo, preocupación excesiva, tristeza, dificultad para concentrarse, entre otras

¿QUÉ HACEMOS CUANDO NOS ANGUSTIAMOS?

«Hay que diferenciar la angustia de la ansiedad. Ésta última, nos moviliza, produce una acción. En la angustia pasa al revés, nos paraliza. Y esta basada en algún miedo, sea consciente o inconsciente».

«Por ejemplo, si se rumorea en el trabajo que van a despedir gente, es probable que nos angustiemos, aún si nadie nos dijo que nos van a despedir. Eso hace que no estemos bien con el resto de la familia, y con los amigos».

«Por otro lado, la ansiedad me produciría que me ponga a buscar un trabajo alternativo, por las dudas. Y la angustia también, si es que la procesamos bien, de lo contrario, nos hundimos en el bajón y, si es muy profunda, podemos llegar a una depresión».

«Lo primero que hay que hacer, es ponerle palabras, y hablar de lo que a uno le está pasando, con las personas más próximas y comprensivas que tengamos cerca».

¿LA ANGUSTIA ES IGUAL QUE LA TRISTEZA?

«La angustia puede provocar tristeza. La angustia provoca un malestar tan general que hasta alguien puede, o empezar a tener falta de apetito, o lo contrario. Y la tristeza es uno de los síntomas observables de la angustia. Se puede observar a la persona cabizbaja, desanimada, que no quiere hablar, se encierra en si misma, se bajonea. Propongo que una posible salida, es ponerle palabras».

«A veces, podemos estar angustiados y no saber a qué se debe. Ahí es donde uno tiene que tratar de darle vueltas a la cuestión, y hablar, porque el pensamiento en soledad, nos lleva a preguntarnos y contestarnos, y así no llegamos a nada».

¿PODEMOS HABLAR CON NUESTRAS AMISTADES DE LO QUE NOS PASA?

«Desde luego. Más de una vez, la charla con un amigo, donde uno se va explayando sobre cómo se está sintiendo, a uno le hace darse cuenta de muchas cosas. Por eso, lo menos aconsejable es aislamiento, que lo único que va a tener como consecuencia, es que se profundice la angustia».

«Hay dos posibilidades frente a la angustia existencial. O me angustio y no hago nada, o me pongo a vivir intensa y saludablemente la vida. No hay nada como el hoy».