Ataques de pánico ¿Qué son? ¿Cómo tratarlos?
Escrito por Brandon Escobar el 26 noviembre, 2025
El psicólogo, Alberto Sánchez, trató los ataques de pánico en El Oeste Despierta. El profesional de la salud mental, habló sobre los síntomas, el tratamiento y cómo acompañar a quien sufre estas sensaciones.

En una nueva columna de psicología, Alberto Sánchez, profundizó sobre los ataques de pánico, una sensación repentina de miedo intenso acompañada de síntomas físicos, como pueden ser una taquicardia y dificultad para respirar.
Sánchez ahondó en la cuestión y, entre otras cuestiones, se refirió a los síntomas y a las formas de tratar los ataques de pánico que ocurren con frecuencia. Además, aprovechó la oportunidad para diferenciar los ataques de pánico de los ataques de ansiedad que, aunque parecidos, tienen una gran diferencia, que se ancla en los síntomas físicos.
¿CÓMO DIFERENCIAR EL ATAQUE DE PÁNICO DEL ATAQUE DE ANSIEDAD?
«El ataque de ansiedad es como más general. Es algo más visual, como el león enjaulado que no puede quedarse quieto, y busca salir de la jaula. Se parece más a un exceso de inquietud».
«El ataque de pánico es, directamente, síntomas físicos, originados en una muy fuerte e incontrolable ansiedad. Por ejemplo, palpitaciones, sudoración en las manos, dificultad para respirar. La distinción está en la físico».
«El cerebro, a veces, cree cosas que no son. Estamos convencidos de eso, y luego, resulta que eso que nuestra mente cree que es de tal forma, no es, o no es al cien por ciento».
«Con el ataque de pánico es similar. En nuestra mente, estamos a punto de lo peor que nos puede pasar, por ejemplo, que nos podemos morir. La sensación sería parecida a estar al borde de un acantilado, sintiendo que en cualquier momento, voy a caer y morir. Son muy catastróficos».
«Esos pensamientos nos invaden y nos dominan. Y como la mente está convencida, y el cuerpo responde a la mente, comienza a tener los síntomas que describo».

¿QUÉ FACTORES LLEVAN A TENER UN ATAQUE DE PÁNICO?
«En principio, hay predisposiciones. Hay gente más ansiosa, y gente menos ansiosa. Todos tenemos niveles de ansiedad, la cual por sí sola, no es mala. Sería como el colesterol bueno, y el malo».
«La ansiedad hace que a la mañana nos levantemos, nos prepararemos el desayuno, nos prepararemos para ir a trabajar. Es decir, hay un impulso que nos lleva a hacer aquello que queremos, que debemos o que necesitamos hacer. Es como una energía».
«Sin embargo, si es excesiva, ya estamos en un nivel de estrés o de una crisis de ansiedad. Y si es demasiada baja la ansiedad, posiblemente, estemos frente a una depresión endógena».
¿LA PANDEMIA AYUDÓ A PROVOCAR MÁS ATAQUES DE PÁNICO?
«La pandemia pudo haber disparado una predisposición que ya teníamos a los ataques de pánico. Además, al darse la posibilidad de realizar trabajos remotos, la gente prefería quedarse en la casa. Fue una época que desató esto de lo que hablamos».

¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A QUIÉN SUFRE UN ATAQUE DE PÁNICO?
«Hay cosas que pueden realizarse en el momento. Y si la situación se repite con frecuencia, se puede iniciar un tratamiento, tanto psicoterapéutico como medicamentoso, concurriendo a un especialista que nos pueda indicar cuál es la medicación apropiada».
«Y si esto es muy extensivo, esta el grupo de autoayuda. Son las tres posibilidades cuando esto se repite, porque una cuestión es que sea algo aislado, y otra cuando es algo que se repite».
«Y en el momento, se pueden realizar ejercicios de respiración diafragmática. Llevar el aire a la panza, retenerlo, y luego expirar, y así hacer ciclos de cuatro tiempos. Eso ayuda mucho, aunque a veces puede no solucionarlo porque hay ataques de pánico que son excesivos».
«Si uno está con alguien, el que nos acompaña, no puede ayudar y guiar en la respiración. La mirada a los ojos también sirve como contención. Si estamos solos, es más complicado pero deberíamos ir por el lado de la respiración y la relajación».
¿ESTA ÉPOCA FAVORECE A LOS ATAQUES DE PÁNICO?
«Seguramente ha pasado siempre. Sin embargo, hoy por hoy, podemos decir que con la dinámica de la vida cotidiana, con tantas exigencias, donde todo tiene que ser inmediato, logrado, exitoso, perfecto, maravilloso ¿cómo no habría de ponernos en un estado de constante ansiedad? Eso, más una predisposición como la que mencionaba, creo que lleva a que se multipliquen los ataques de pánico».