“Es urgente declarar la emergencia en violencia de género”
Escrito por Mayra Ravainera el 23 abril, 2020
Desde la UTEP exigen la declaración de estado de emergencia ante la problemática que afecta a mujeres y LGBTTIQ+, agudizada por el aislamiento social y obligatorio.
“Sabemos que el ‘quedate en casa’ tiene un rostro para las clases medias y altas, y otro muy diferente para los sectores populares, donde el hacinamiento y la falta de ingresos económicos fijos, entre otras cuestiones, dificultan seriamente la realización del aislamiento indicado y ponen en una situación extrema a los trabajadores y trabajadoras de la economía popular que viven al día”, reza el primer párrafo del comunicado que lanzó la Secretaria de la Mujer y la Diversidad de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
Para Milca Sosa -referente de la Secretaria de la Mujer y la Diversidad de la UTEP– “en este contexto de tener que quedarnos sí o sí en nuestras casas, la violencia se agudiza mucho más por la presencia del agresor dentro de la vivienda, y que obliga a la víctima y a su entorno, los hijes, a permanecer en el lugar”.
El comunicado que se publicó el 19 de abril, relata que “se incrementó la cantidad de femicidios y travesticidios. Esta es una realidad que nos duele y que nos obliga a actuar, a dar respuesta como podemos desde las organizaciones, pero también a exigirle al Estado que esté a la altura, porque si bien se han tomado medidas entendemos que no alcanzan”, y por esta razón se pide que se declare la emergencia en violencia de género.
De hecho, las denuncias por violencias de género y las llamadas a la línea 144 -línea estatal y gratuita para recibir contención y asesoramiento ante situaciones de violencia- también aumentaron: según el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Provincia de Buenos aires, solo en marzo, se atendieron 5586 llamadas, y 8 de cada 10 personas (en las que en el 99,8% de los casos se autopercibieron mujer) identificaron como agresor a su pareja o ex pareja. Cabe destacar también que en el 79,8% de los casos se denunció que la violencia era doméstica, es decir, dentro de los hogares.
Violencia de género en La Plata
Nuestra ciudad tampoco escapa de los casos de violencia y femicidios durante el aislamiento social: “el mes de abril lo empezamos con mucha tristeza y bronca por el femicidio de nuestra amiga y compañera Romina Videla. Vivía en Romero, tenía 37 años y 7 hijos”, cuenta Constanza Trumper, integrante de UTEP La Plata.
El 26 de marzo, el femicida Hector Carrizo -quien ya había sido denunciado en otras ocasiones- prendió fuego la casa, impidiendo que ella pudiera salir. Romina luchó por su vida, en el Hospital Alejandro Korn, hasta el 2 de abril.
“Hoy pedimos justicia por Romi y que no se le otorgue prisión domiciliaria al asesino”, explica Constanza, y entiende que “es necesario que el Estado y la sociedad entera tome conciencia de la magnitud de la violencia machista que existe hoy, para que no nos sigan arrebatando la vida de nuestras compañeras”.
Soluciones para combatir las consecuencias del patriarcado
En este contexto de pandemia y encierro, las estrategias que se trazan desde el estado y las organizaciones barriales para poder sostener la economía de familias que tienen trabajos informales, se vuelven complicadas -incluso en muchos municipios y distritos esas estrategias son nulas-, pensar y establecer soluciones para un problema que venimos arrastrando hace siglos, como lo es la desigualdad de género y la vulnerabilidad de derechos de la mujeres y las diversidades, resulta “una tarea difícil y ardua, pero a su vez, acelera los tiempos de la política, de la burocracia, y los tiempos para tener soluciones de fondo” comenta Milca.
Frente a las situaciones de violencia patriarcal, ningún gobierno pudo atacar desde la raíz esas problemáticas. Milca afirma que “esto hace que colapse la situación de las mujeres en los territorios más vulnerables, y deje en visibilidad la vulneración extrema a los derechos que hay todavía, a pesar de los avances en materias de políticas públicas que hubo y hay en algunos gobiernos a favor del pueblo”.
Por esta razón, en el comunicado de la secretaria se plantearon una serie de puntos para instaurar políticas que estén en concordancia con la realidad de las mujeres y las diversidad en los los diferentes territorios. “Los feminismos y las organizaciones siempre fuimos las que pusimos en la agenda política propuestas y herramientas que permitan no solo la asistencia a la víctima, sino también hacer foco en el violento, y en este contexto de exclusión es importante saber qué se hace con una persona violenta” cuenta Milca.
La integrante de la secretaría también aclara que desde la Unión de Trabajadores celebra la creación de Ministerios dedicados exclusivamente a las mujeres, géneros y diversidad, pero “no es suficiente el aparato estatal ya que, por ejemplo, muchas veces las medidas de alerta para detectar una situación de violencia no son las adecuadas,o no son de la manera que las trabajaríamos hacía dentro de un barrio”.
¿Qué implicaría una Emergencia Nacional en Violencia de Género?
- Permitiría redefinir políticas y presupuestos con el objetivo de la reducción de la violencia;
- Incorporación de la perspectiva de género en los comités de crisis existentes (nacional, provinciales y municipales) y creación de los faltantes. Incorporando las actrices necesarias (Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidades, de la Justicia, Seguridad y de las Organizaciones sociales a través de las compañeras que realizan el trabajo de promotoras en violencia por razones de género);
- Reconocimiento institucional y económico del rol territorial de las organizaciones sociales. Nuestras compañeras son las que hoy sostienen abiertos los comedores y ollas, y quienes reciben permanentemente la demanda de las mujeres y diversidades en situación de violencia, quienes realizan en muchas ocasiones la asistencia económica, alimentaria y habitacional que el Estado no resuelve.
- Reconocimiento institucional y económico del rol de las promotoras que realizan prevención y que acompañan situaciones de mujeres y diversidades en riesgo, como actividad exceptuada del aislamiento, para poder circular e intervenir. Creación del Programa Nacional de 100.000 Promotoras
- Asignación de recursos para asistencia alimentaria, económica y habitacional, inmediata para las mujeres en situación de riesgo;
- Intervención sobre las comisarías y organismos de la Justicia que no cumplen su función de recepcionar denuncias, establecer medidas preventivas, etc. Con canales claros y efectivos de denuncia ante estas situaciones. Que haya en todas fiscalías de turno, fiscales especializados/as en violencia de género. Que se cumpla la efectiva exclusión de los violentos de los hogares hasta que termine la pandemia; la realización del aislamiento en los hoteles disponibles y el cumplimiento del procesamiento judicial en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan. No otorgamiento de prisiones domiciliarias para los violentos.
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