Macri Summer 2018
Escrito por nicohernandez el 15 marzo, 2018
La columna de «Economía en Cartón: detrás del humo del choripan» con Leo Fusero para El Bondi de la 88 nos explica la politica economica macrista del 2018.
Los 385 millones de dólares que el Banco Central esfumó en su intento de detener el dólar en $20.60 sirven de ejemplo para comprender la dinámica de la política económica macrista, si es que dicha política existe.
Venidos del extranjero o productos del blanqueo, luego de haber engordado con las tasas delincuenciales y usurarias que le ofrece Federico Sturzenegger, deben estar descansando ya en algún paraíso fiscal. Propiedad de algún privado, una vez obtenida la ganancia, se vuelven a cuevas fiscales o países “serios”, no se reinvierten en Argentina. Lo único que queda acá es la deuda que se contrajo para tener esos dólares. Las ganancias son privadas, las deudas son públicas. Algo que Macri sabe perfectamente, basta recordar como la dictadura se hizo cargo de la deuda de sus empresas.
Este tipo de movimiento de dinero es la razón por la cual Sturzenegger y Caputo se mantienen en el gobierno. El primero no pudo resolver en más de dos años el simple problema de la inflación (según Macri en campaña) a pesar de haberse endeudado a niveles record. Sturzenegger debe más plata que la base monetaria. En criollo, si usted junta todos los billetes que tiene el país NO LE ALCANZA PARA PAGAR lo que Sturzenegger emitió en Lebacs. Pero su persona es la que garantiza que se van a seguir pagando tasas usurarias y que no va a haber ningún tipo de control para la entrada o salida de capitales. Por eso a pesar de tan paupérrimo desempeño en sus funciones, sigue al frente del Banco Central.
El segundo, Caputo, es el ministro de Deuda Externa. Su sola función es conseguir dólares para que el país pueda seguir endeudándose. Caputo está rodeado de escándalos. Tiene una fortuna personal fuera del país, gran parte no declarada, tuvo ganancias con la devaluación que él mismo decidió, participa en sociedades que colocan deuda para ANSES cobrándole comisiones y tiene denuncias de Greenpeace por desmonte ilegales en campos de Santiago del Estero. Lo que se dice un impresentable que no podría durar un segundo más en su cargo si no se entiende que para el Macrismo es vital. Sin los 385 millones que el ayudó a conseguir, el dólar estaría cerca de los $ 22 y ya se estaría hablando de una inflación del 30% para el 2018 que haría imposible de concretar el sueño de la “Leona” Vidal de aumentar 15% sin anestesia a los docentes. Caputo consigue dólares que tienen la doble función de permitir la fuga una vez engordados por Sturzenegger y de estirar la agonía hasta las elecciones, o hasta que se acaben lo dólares, lo que suceda primero. En concreto, si se quedan sin los dólares que consigue Caputo y engorda Sturzenegger, el país se va a la mierda, con otra crisis de hiperinflación, pobreza y deuda impagable. Que lo haga no es cuestión de pericia o Management, es solo cuestión de tiempo.
Si alguien quiere discutir que ese será el fin de este gobierno radical travestido de egresado del Newman, tenga en mente que solo en enero la fuga fue de 3124 millones de dólares netos, contra los 1946 millones de enero de 2017, o sea un 60 por ciento más. Y si escucha que no se va a tomar más deuda porque el país va a crecer y generar dólares a partir del saldo entre exportaciones e importaciones, sepa que el año pasado alcanzó cifras históricas de déficit, siendo el más alto en los últimos 25 años con un rojo de 8471 millones de dólares. La previsión del estudio Broda para este año es que escalará hasta 11.000 millones.
De esta forma queda explicada la permanencia en el gobierno de dos funcionarios que en cualquier país “serio” serían, de mínima, expulsados del gobierno, y sino, en promedio, juzgados por delincuentes. Lo que no se entiende es la permanencia del mismísimo gobierno, que puede decir por tercer año consecutivo que “lo peor ya pasó” y que en este país lleno de “atractividades” se viene “lo mejor” gracias al “crecimiento invisible” de años anteriores, todo ello sin consecuencias políticas ni grandes caídas de imagen. Para comprender como las masas toleran idiotas que hablan de crecimiento invisible quizás sea bueno comenzar pensando que son cristianos y que según su Biblia (Juan 20:29) son “felices los que creen sin ver”.
